El presidente argentino fue invitado por la New York Stock Exchange para honrar la celebración de 79° Asamblea General de las Naciones Unidas. En un discurso, repasó los ejes de su gestión antes de dar inicio a la sesión del día
Desde Nueva York- Javier Milei visitó la Bolsa de Nueva York en ocasión de su viaje para participar de la Asamblea General de las Naciones Unidas. La New York Stock Exchange decidió invitarlo, entre todos los participantes, para honrar la cumbre del organismo internacional que se celebra a pocas cuadras de la sede de Wall Street. Antes de subir al balcón en el que tradicionalmente empresarios, inversores y otras figuras prominentes dan el puntapié inicial para el inicio de los negocios del día, Milei dio un discurso frente a inversores e invitados. Minutos después, lideró el tradicional toque de campana de apertura de la sesión bursátil.
Junto a Milei subieron al balcón que gobierna el piso de operaciones la canciller Diana Mondino, Karina Milei, la ministra de seguridad Patricia Bullrich, la Presidenta de la Bolsa Stacey Cunningham, el ministro de Economía Luis Caputo, el embajador de la Argentina en los Estados unidos Gerardo Wertheim y el asesor presidencial Demian Reidel.
A las 9:30 exactas de Nueva York, a los gritos -se escuchó “Vamos Argentina”, aunque el balcón no tiene micrófonos- Milei hizo sonar la campana y empezó la rueda neoyorquina.
Antes, durante su discurso en un auditorio de la Bolsa, las palabras de Milei en Wall Street siguieron el libreto habitual de, primero, describir la herencia con un Banco Central quebrado, riesgo de una hiperinflación, déficits gemelos, fuertes vencimientos de deuda por venir y el acuerdo con el FMI caído. En esa línea, detalló las reformas que encaró con el ministro de Economía Luis Caputo, el presidente del Banco Central Santiago Bausili y el secretario de Finanzas Pablo Quirno. Y volvió a remarcar que la disciplina fiscal es su principal activo.
“Nosotros, al momento de arribar al gobierno, básicamente Argentina estaba al borde de lo que hubiera sido la peor crisis de su historia. Combinaba los elementos de las tres más grandes crisis de la historia argentina”, comentó.