Vicentin ofreció pagar su deuda con una quita del 70 por ciento

Vicentin ofreció pagar su deuda con una quita del 70 por ciento

La cerealera presentó a bancos y productores los lineamientos del plan para salir del concurso.

En un nuevo intento por salir del concurso de acreedores y evitar la quiebra la agroexportadora Vicentin les presentó a los bancos, a los síndicos y a los principales acreedores de agro los lineamientos de una propuesta que contempla una quita del 70% de la deuda de u$s1.500 millones, aunque contempla para los pequeños productores agropecuarios un pronto pago y una dolarización que representan una quita total del 50%.

En una semana intensa de reuniones y presentaciones, los dueños de Vicentin se presentaron ante los bancos internacionales y ante unos 12 grandes acopiadores con la intención de darles a conocer los principales puntos de la propuesta.

La intención de Vicentin es delinear la propuesta y conseguir el respaldo de los acreedores para presentar el plan ante el juzgado de Reconquista que conduce el magistrado Fabián Lorenzini, quien prorrogó el proceso concursal hasta el 16 de diciembre, fecha límite para alcanzar una aceptación que evite la quiebra.

En una carrera contra el tiempo, en Vicentin tienen claro que de los 1.600 acreedores deben conseguir el visto bueno del 50% más uno, es decir 801, y el 66% sobre el capital adeudado de u$s1.500 millones, principalmente en manos de los bancos internacionales.

En ese sentido, los lineamientos presentados a los 10 principales acopiadores granarios acreedores de Vicentin contemplan un tratamiento diferencial para los 1.100 pequeños productores. Fuentes de la empresa santafesina explicaron que para el caso de los productores con acreencias menores a los $4 millones la idea es aplicar el pronto pago del 50% de lo adeudado. Al mismo tiempo, y considerando que la ley establece el pago en pesos, a los productores se les dolarizará la deuda al reconocerles el dólar a $60 tal como estaba en diciembre de 2019 cuando Vicentin presentó el concurso. De esta forma, para los pequeños productores la propuesta supone una mejora y deja la quita en el 50%.

El plan para salir del concurso supone el ingreso al control accionario de Molinos Agro, Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), y Viterra -la ex Glencore, que ya es socia de Vicentin en Renova-. “El 90% de del capital accionario va a quedar en manos de estas tres empresas, y los accionistas originarios se van a quedar solo con el 10%. Pero la operación asegura que el 70% de la cerealera va a quedar en manos de capitales nacionales”, explicaron a Ámbito.

La quita propuesta por Vicentin contempla también un plan de pagos a 13 años, lo que implica un desembolso anual de u$s30 millones para hacer frente a las obligaciones que devendrían de la aceptación del plan para salir del concurso. “La realidad es que los lineamientos que presentamos son muy similares a la propuesta que realizamos antes de entrar al concurso”, recordaron desde la cerealera.

Desde la declaración del default, Vicentin viene trabajando con contrato a fasón, lo que le ha permitido en dos años hacer una caja de u$s70 millones con los que hará frente al “pronto pago” a los acreedores. Desde la cerealera destacan que la empresa se encuentra operativa y con sus activos intactos, además de estar con las cargas sociales y los impuestos al día.

En ese sentido, resultará clave el aporte de capital por parte de los nuevos socios Molinos, ACA y Glencore que desembolsarán u$s300 millones anuales para financiar el capital de trabajo, es decir, la compra de los granos necesarios para procesar y exportar, y de esta forma generar los ingresos para “hacer frente a las cuotas concursales”, explicaron las mismas fuentes y agregaron que “Vicentin puede salir al frente porque es agroexportadora y su negocio es en dólares lo que le da el respaldo para llevar adelante la propuesta de pago”.

En el caso del Banco Nación a la que Vicentin le debe unos u$s300 millones, desde la cerealera le dijeron a Ámbito que “en estos dos años la cerealera le pagó al banco unos u$s9 millones”. Además, de la acreencia total que tiene el BNA, unos u$s230 millones son deuda privilegiada por lo que tienen otro tratamiento.

Con las cartas sobre la mesa y a poco más de dos meses de que expire el plazo impuesto por el juez Lorenzini, en Vicentin adelantaron que “las conversaciones con los acreedores continuarán en las próximas semanas”, y señalaron que “se necesita el aval de los bancos para evitar una quiebra que no favorecería a ninguno de los actores comprometidos en esta instancia”.