Los españoles acuden este domingo a las urnas para decidir el futuro político del país, en un contexto de mucha incertidumbre. Está en juego la continuidad de un gobierno progresista o el giro hacia la ultra derecha
Los españoles acuden a las urnas este domingo para decidir el próximo Gobierno del país, en un contexto de gran incertidumbre sobre los resultados que podrían dejar un panorama muy fragmentado y consolidar el fin del dominio del bipartidismo.
A las nueve de la mañana (hora local) abrieron las puertas los 23.196 colegios electorales que cerrarán a las 20.00 hora local (18.00 GMT).
Un total de 36.893.976 ciudadanos están llamados a votar en las decimoterceras elecciones generales de la actual etapa democrática en España, en las que 1.157.196 jóvenes podrán ejercer este derecho por primera vez.
Como novedad, también podrán hacerlo otras 100.000 personas con discapacidad intelectual, enfermedad mental o deterioro cognitivo, así como los 2.093.977 residentes en el extranjero.
También hay procedimientos para facilitar el voto a las personas con dificultades visuales y auditivas.
Para garantizar la seguridad tanto cibernética como física, el Gobierno ha puesto en marcha un sistema para blindar el envío y el tratamiento de los datos electorales, ha reforzado las medidas antiterroristas y tendrá activos a 92.000 agentes de diferentes cuerpos policiales.
En los comicios de hoy se elegirán los 350 diputados y 208 senadores que conformarán el nuevo Parlamento español, aunque en el caso del Senado se completan con varias decenas más elegidos en las Cámaras legislativas regionales.
Los principales candidatos a la Presidencia del gobierno de España llamaron hoy a una participación masiva en las elecciones que se desarrollan marcadas por la polarización nacionalista, el ascenso de la ultraderecha y la incertidumbre de resultados en los que está en juego la continuidad de un gobierno progresista o un giro radical hacia la derecha.
Más de 36,8 millones de ciudadanos están llamados a votar en los centros de electorales que se constituyeron sin incidentes destacables a las 9 hora local y permanecerán abiertos hasta las 20 hora local (15 de Argentina).
El futuro del país está en el aire y depende de la decisión final que tomen los indecisos, así como de los que rompan con su abstencionismo, que alcanza cerca del 40%.
Frente a este desafío, el presidente saliente y favorito a ganar las elecciones, el socialista Pedro Sánchez, quien fue el primer candidato en votar en Pozuelo de Acorcón, Madrid, dijo que espera que los españoles “manden un mensaje claro para que haya una mayoría amplia para gobernar”.
“El deseo que me gustaría trasladar es que sea una jornada de puertas abiertas hacia el futuro”, añadió el socialista, quien animó a los españoles a participar de esta cita crucial con las urnas.
A continuación, Pablo Iglesias, el candidato de Unidas Podemos, partido que aspira a gobernar junto con el PSOE, sostuvo que espera una “participación alta” tras votar en un colegio público de Madrid, donde se mostró convencido de que “en España hay una amplia mayoría progresista”.
“No son unas elecciones cualquiera. Nos jugamos si queremos seguir unidos, si queremos seguir siendo ciudadanos libres e iguales, si queremos una España que mire al pasado o al futuro, una España de extremos o centrada”, dijo desde Barcelona Albert Rivera, candidato de Ciudadanos.
Por su parte, el líder del partido ultra Vox, Santiago Abascal, sostuvo que las elecciones “van a tener carácter histórico para España” y pidió que “se respeten los resultados”.
“Pido máxima participación. Lo que salga de las urnas va a condicionar el futuro de España. Me gustaría un gobierno estable”, remarcó el líder del PP, Pablo Casado, el último candidato en votar.
El PSOE de Sánchez ganaría las elecciones pero se quedaría lejos del umbral de 175 escaños que marca la mayoría absoluta en un Congreso con 350 sillas, con lo que tendría que llegar a acuerdos con dos o más partidos, entre ellos los independentistas.
Otro escenario posible es que el bloque de la derecha formado por el conservador PP, el liberal Ciudadanos y el ultraderechista Vox alcance la mayoría absoluta.
“Son unas votaciones cruciales para el futuro de Cataluña”, afirmó el presidente catalán, el secesionista Quim Torra, tras una campaña muy polarizada en torno a la cuestión nacionalista.
La incertidumbre en torno al alcance del voto oculto a Vox, partido que emerge con fuerza al calor del conflicto secesionista de Cataluña y en sintonía con los movimientos de extrema derecha que recorren Europa, hace que los resultados sean más impredecibles que nunca.