En un partidazo en el Monumental, los dirigidos por Marcelo Gallardo hicieron todo el esfuerzo, pero los tucumanos se metieron en semifinales por el gol conseguido de visitante más el triunfo logrado de local el fin de semana.
River jugó un gran partido contra Atlético Tucumán, le ganó 4-1, pero quedó eliminadode la Copa de la Superliga por el gol de visitante del Decano, que pasó a semifinales y jugará contra Tigre.
El primer tiempo fue un monólogo de River, que se fue 2-0 al entretiempo en el Monumental por los goles de Nacho Fernández y Lucas Pratto.
En la segunda mitad, el campeón de América bajó la intensidad y en un córner se durmió: Toledo puso el 2-1 que le sirvió a Atlético para pasar de ronda. Suárez y Pratto ampliaron para el 4-1 final.
La noche tuvo de todo. Hubo un apoyo constante de un Monumental que sintió que la remontada era posible desde que el equipo salió a la cancha. Hubo más alcanzapelotas que lo habitual para evitar demoras en el juego e intentar cazar desprevenido al rival.
Hubo conexiones precisas en los pies de Nacho Fernández y Enzo Pérez, desbordes constantes de Nicolás De La Cruz, proyecciones de los centrales y laterales, contragolpes en bloque a todo galope, potencia en Lucas Pratto y Matías Suárez. Un combo perfecto para intentar golpear lo más rápido posible a los tucumanos y buscar dejarlos sin reacción. Pero no le alcanzó.