Orgullo nacional | El pequeño de tan solo 10 años conquistó un récord global y superó a leyendas como Fischer, Karpov, Kasparov y Carlsen.
El niño argentino Faustino Oro acaba de ejecutar una nueva jugada para la memoria. Tras una destacada labor -finalizó puntero e invicto- en el Torneo de Maestros que se llevó a cabo en el Club d´Escacs de Barcelona, completó los requisitos reglamentarios para cumplir otro de sus sueños: la conquista del título de maestro internacional de ajedrez. Con un agregado no menor: nunca antes en el historial de esta actividad algún ajedrecista alcanzó esta hazaña a tan temprana edad.
Faustino Oro, nacido el 14 de octubre de 2013, a los 10 años, 8 meses y 16 días consiguió la plusmarca dejando atrás el récord que, desde 2019, estaba en poder del niño Abhimanyu Mishra (EE.UU.), con 10 años, 9 meses y 3 días.
“A Romina (la mamá) y a mí nos daba igual el tema del récord, pero Fausti quería el título de maestro internacional; a él le importaba más lograr el título porque su mente no tiene capacidad para magnificar una plusmarca”, le había contado a Infobae, Alejandro Oro, el papá del nuevo niño récord del mundo del ajedrez.
Hoy, en la 9ª y última rueda, el prodigio argentino -vecino del barrio porteño de San Cristóbal y que desde hace unos meses reside en Badalona- cerró su labor con un empate con piezas negras (Gambito de dama rechazado, en 29 jugadas) ante el maestro chileno Fernando Valenzuela Gómez. Así totalizó 6,5 puntos, suficientes para su ubicación final en la vanguardia del certamen y alcanzar el puntaje exigido para el otorgamiento de la 3ª y definitiva norma (performance) de maestro internacional. Los festejos pudieron anticiparse en la doble jornada del sábado, en la que una victoria le hubiera bastado para su soñada consagración, pero finalizaron en tablas (empate) sus encuentros de la 7ª y 8ª rueda ante el ecuatoguineano, Xavier Mompel Ferruz (Apertura Española, en 14 jugadas) y el español, César Alcalá González (Defensa Caro Kann, en 48).
La actuación consagratoria de Fausti -como lo llaman sus familiares y amigos- en Barcelona se trató de su primera conquista europea; en el exterior su primer título sucedió en Uruguay (Panamericano Sub10, en 2022).