Estos guarismos evidencian un acompañamiento de la tasa de inflación en lo que va del año, con el agravante de que los alimentos y productos de primera necesidad continúan al tope de aumentos. También se difundieron datos de la actividad económica: la otra peor cara de la crisis.
El precio de la Canasta Básica Total aumentó 2,6% durante abril al llegar a 29.493,65 pesos, valor equivalente al ingreso que necesitó una pareja con dos hijos para comprar comida, ropa y pagar algunos servicios sin caer por debajo de la línea de la pobreza, informó este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Con esta suba, la CBT acumuló un alza de 15,7% en el primer cuatrimestre del año, y 61,5% en los últimos 12 meses, informó el organismo. Por su parte, la Canasta Alimentaria (CBA), que define la situación de indigencia, se incrementó 1,8% en abril (un 66,1% en el último año), informó hoy el Indec. Ambas subieron por encima del alza del costo de vida del 55,8% en ese período.
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Estos guarismos evidencian un acompañamiento de la tasa de inflación en lo que va del año, con el agravante de que los alimentos y productos de primera necesidad continúan al tope de aumentos.
El costo de vida primordial ya casi triplica así al salario mínimo, vital y móvil (SMNV), que se ubica hoy en $11.900 (a partir del primero de junio habrá una última actualización en este año para que llegue a los $12.500).
La otra cara de este combo letal para la economía, de cada ciudadano y del país en general, también quedó de manifiesto este miércoles a partir de la publicación de otro dato oficial: el del Estimador Mensual de la Actividad Económica (Emae).
La actividad económica bajó durante marzo 6,8% respecto a igual mes de 2018, lo que marcó la undécima baja interanual consecutiva, informó este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Además, el Estimador Mensual de la Actividad Económica (Emae) de marzo estuvo 1,3% por debajo de febrero, lo que cortó tres meses de subas intermensuales consecutivas.
El dato da por tierra con la esperanza oficial de lograr un repunte económico previo al proceso electoral, algo con lo que algunos economistas del oficialismo entusiasmaban a interlocutores de distinta índole, sobre todo puertas adentro del gobierno nacional