“Hay una pequeña minoría que no quiere inmunizarse. ¿Cómo la reducimos? La reducimos, perdón por decirlo así, fastidiándola todavía más”, insistió el jefe de Estado francés durante una entrevista.
El presidente francés, Emmanuel Macron, expresó el martes 4 de enero “su deseo de “fastidiar (…) hasta el final” a las personas no vacunadas, mientras los diputados debaten una ley de pasaporte sanitario que restringiría muy significativamente sus libertades.
“A los no vacunados, tengo muchas ganas de fastidiarles… Y eso continuaremos haciendo, hasta el final. Esta va a ser nuestra estrategia siempre“, afirmó Macron durante una entrevista que le brindó al diario local Le Parisien.
Estas declaraciones encendieron nuevamente los debates en la Asamblea Nacional, que discute desde el lunes 3 de enero la creación de un pasaporte de vacunación en medio de un pico inaudito de contagios en el país, con más de 270.000 casos en 24 horas.
“Un presidente no puede realizar el tipo de declaraciones que ha realizado”, dijo Christian Jaboc, presidente del grupo parlamentario conservador de Los Republicanos. “No puedo respaldar un texto que busca fastidiar a los franceses“, agregó.
Si este pasaporte se transforma en ley en los próximos días, los franceses mayores de 12 años sin vacunar no podrán ir a restaurantes, museos, gimnasios, cines ni usar ciertos transportes aunque presenten un test de diagnóstico negativo.
El objetivo del gobierno de Macron es que dicha iniciativa pueda servir para presionar más a los cerca de cinco millones de franceses de más de 12 años que aún no están vacunados, sobre una población que alcanza un total de 67 millones.
“La casi totalidad de la gente, más del 90%, se ha sumado” a la vacunación y “es una pequeña minoría que es refractaria”, dijo Macron. “¿Cómo reducimos esta minoría? La reducimos, perdón por decirlo así, fastidiándola todavía más”, añadió.
Los debates comenzaron el lunes 3 de enero, en un ambiente de tensión alimentada también por la proximidad de las elecciones presidenciales de abril, a las que el jefe de Estado tiene el deseo de presentarse, según dijo en la entrevista al medio francés.
Junto a ello, el oficialismo espera que el proyecto de ley estuviese aprobada para el sábado 15 de enero, pero este calendario está en riesgo debido a los constantes obstáculos puestos de parte de la oposición dentro del recinto parlamentario europeo.
La formación de Macron, La República en Marcha, vio como la oposición se oponía a continuar debatiendo el proyecto más allá del lunes por la medianoche. Mientras tanto, el martes, a mitad de la noche, todavía había casi 450 enmiendas por debatir.