El ruso, número dos del mundo, barrió con un triple 6-4 al serbio (1°) en dos horas y cuarto de juego. Así, le impidió a Nole ganar los cuatro Majors de la temporada y ser el máximo ganador de GS de la historia.
Todo estaba listo para la fiesta de Novak Djokovic, pero allí apareció Daniil Medvedev para cancelar esos planes y establecer su propia celebración. Este domingo, el ruso se impuso ante el serbio en la final del US Open y se alzó con el primer título de Grand Slam de su carrera. No solo se tomó revancha de la derrota que había sufrido ante el mismo rival en el partido decisivo del Abierto de Australia de este año, sino que le impidió a Nole alcanzar su gran objetivo de quedarse con los cuatro torneos grandes de la temporada.
La victoria fue para Medvedev, de 25 años y número 2 del ranking mundial, por 6-4, 6-4 y 6-4 ante un líder del escalafón que estuvo lejos de su mejor versión en lo tenístico, en lo físico y en lo psicológico.
Medvedev golpeó de arranque y sacó una diferencia fundamental. El ruso quebró el servicio de Nole en un primer juego que tuvo varios peloteos largos. Tras confirmar el quiebre, Daniil pudo volver a quedarse con el saque de su rival, pero esta vez el serbio estuvo firme en la defensa. Apoyado en la firmeza de su saque, Medvedev mantuvo la diferencia hasta el final y cerró el parcial por 6-4 en 36 minutos.
Parecía que la furia por estar en desventaja iba a ser el mejor aliado para Djokovic en el inicio del segundo parcial. De hecho, el serbio se puso 1-0 con su saque y en el juego siguiente tuvo tres oportunidades para quebrar. Sin embargo, Medvedev apeló a su solidez para salvar ese punto. De a poco, el buen desempeño del ruso empezó a hacer mella en el ánimo de Nole, que hasta destrozó una raqueta por la impotencia ante las buenas decisiones de su rival y los errores propios. Luego de esa escena que montó el número uno del mundo, Daniil quebró y tomó la delantera que le permitió, una vez más, quedarse con la manga con otro 6-4.
La superioridad de Medvedev a esa altura era total: manejaba todas las variantes del partido, incluso desde lo psicológico. Fue así como quebró de arranque en dos ocasiones consecutivas. Todo estaba a su favor, pero los nervios lo iban a traicionar en el 5-2. Con su saque, se dispuso a cerrar el partido y llegó a estar match point, pero Djokovic tuvo una reacción acorde a un tenista de su talla y quebró por primera vez en la tarde. Luego, ganó su juego de saque y se acercó, pero el esfuerzo del final no alcanzó. Medvedev retomó la concentración y, con algo de suspenso por una nueva doble falta en un punto para torneo, cerró el set que le dio el título en el Abierto de Estados Unidos.
El triunfo le dio al ruso el primer torneo grande de su carrera y le permitió achicar la diferencia en el historial ante el serbio, que ahora lo supera por 5-4 en enfrentamientos cara a cara. Fue, además, una suerte de revancha: en 2019 había perdido la final del Abierto de Estados Unidos ante el español Rafael Nadal y este año había sido derrotado por el propio Djokovic en el partido decisivo de Australia. La tercera fue la vencida para él.
Luego del festejo del campeón, las miradas se direccionaron hacia el número uno del mundo. Esta vez, Nole no pudo hacer historia: se quedó a las puertas del Grand Slam, es decir, de alzarse con los cuatro torneos grandes de la temporada tras haberse coronado en Australia, Roland Garros y Wimbledon. Ese mérito, en la rama masculina, seguirá en manos del australiano Rod Laver, que lo alcanzó en 1962 y 1969 y que siguió las acciones esta tarde desde las gradas del estadio Arthur Ashe.
Djokovic iba en busca su cuarto título del US Open después de los obtenidos en 2011, 2015 y 2018. La derrota, además, le impidió quedar como el mayor ganador de torneos de Grand Slam de la historia. Por el momento sigue comparte el récord con el suizo Roger Federer y el español Rafael Nadal, todos con 20 trofeos.
Fuente: Infobae