El predio está ubicado en calle Salta a la altura del 4.000. Los vecinos no pueden sacar sus autos porque se encuentran con ocasionales espectadores: “estaban utilizando mi vereda de vestuario”, relató una vecina.
En calle Salta a la altura del 4.000, perteneciente a barrio La Florida, unos 10 vecinos sufren la falta de reglas de convivencia. Es que a unos 15 metros de sus fachadas construyeron una cancha de fútbol cuya línea de cal, que hace de perímetro de la misma, comienza y en días de partido los espectadores ocasionales ocupan el poco espacio e imposibilitan el normal ingreso y egreso de los frentistas.
El propósito de la cancha fue sacar a chicos y chicas de la calle, pero rápidamente se transformó en un lugar donde realizan torneos. Allí los vecinos denunciaron que el predio se utiliza para la realización de ligas clandestinas con público: “la gente se trae los sillones, los cochecitos de bebés, como si fuese un espectáculo de fin de semana, sin distancias y protocolos“, detalló en el lugar el móvil de Un día Perfecto.
Esto hace que en días de partido, los frentistas no puedan desenvolverse de manera correcta: “Sacan el auto y se encuentran que están los espectadores. Además, la gente utiliza las columnas y las paredes para hacer sus necesidades“.
El predio mencionado se encuentra detrás de las instalaciones del club Newell’s Old Boys de barrio Roma y hace unos dos meses se instalaron los arcos, emparejaron el terreno con una máquina y realizaron un trabajo importante para la utilización del mismo. Según cuentan los vecinos, ese terreno era un basural donde se encargaban de limpiarlo para poder convivir de manera digna.
Una de las vecinas relató que “estamos agradecidos que saquen a los chicos de la calle, pero la gente que uno ve no son niños jugando a la pelota, uno ve a adultos y gente que tiene un lenguaje corporal mafioso y marginal, que dista mucho de una cosa cooperativa“.
“Uno quiere salir de su casa y sacar el auto y tenés reposeras en la vereda que hacen que no pueda sacar el auto, salir en bicicleta y abrir la puerta para salir. A las 8.30 de los sábados empiezan a jugar y golpean la cabina del gas o pelotazos en el portón. Además, la gente haciendo pis o gritando. Nosotros tenemos derecho a salir de casa o sentarnos en nuestras veredas”.
“En este lugar se formó una liga clandestina donde juegan por dinero“, agregó la indignada vecina al móvil de la radio.
Las y los vecinos de la zona ven con preocupación los comportamientos de las personas que asisten a los diferentes encuentros deportivos: “Otra cosa que indigna en este caso es que no hay baños. Los hombres no tienen ningún tipo de pudor, ni respeto hacia el vecino para exhibir sus partes y orinar para cualquier lado“, contó otra molesta vecina.
“Creo que antes de autorizar el proyecto, hubieran venido a preguntarnos a nosotros. No sé si está habilitado porque nadie te informa nada, todo es muy por arriba”.
Los frentistas temen por su seguridad. En innumerables ocasiones realizaron la denuncia a la comisaria cuarta, pero les dicen que no es de su incumbencia. Además, hablaron con el municipio santafesino y los empleados les dicen que tienen que acercarse a la vecinal para que les tomen el reclamo.
“La situación se está poniendo insostenible. Particularmente tengo una hija autista, ciega y tiene un problema auditivo que necesita hacer una rutina. Por el problema de la pandemia no puede ir al centro de día y tiene que hacer una rutina de caminata. La gente no se corre de la vereda“, relató una de las vecinas.
“El domingo con toda la lluvia, abro la puerta de mi casa y me encuentro con gente desvistiéndose, estaban usando mi vereda de vestuario“, culminó.