El encuentro estuvo en duda por el incumplimiento de un decreto que regula los servicios de la fuerzas de seguridad adicional.
El encuentro programado para mañana en Santa Fe entre Unión y Arsenal de Sarandí estuvo a punto de no jugarse, debido a que la Policía de la provincia no estaba dispuesta a brindar el operativo de seguridad por considerar insuficiente la cantidad de efectivos asignados a un espectáculo que se desarrollará sin público, en el marco de las restricciones que rigen por la pandemia de coronavirus.
Por el incumplimiento de un decreto que regula los servicios de la fuerzas de seguridad adicional, dijo el Ministerio de Seguridad de Santa Fe, no autoriza el encuentro. La situación fue insólita, porque la diferencia era del pago de 12 efectivos policiales. El Ministerio exigía 24 y el Tatengue quería 12. Con 24 se desarrollaron tanto los amistosos como el partido durante la semana ante Emelec, en el mismo escenario, por Copa Sudamericana.
Los dirigentes de la Liga Profesional intervinieron en el asunto y finalmente alrededor de las 16 quedó confirmado el encuentro. Este tire y afloje entre el Ministerio y Unión tiene un trasfondo. Cuestión económicas, caprichos, tensiones de relaciones personales e internas entre las partes forman el rompecabezas. De hecho desde Seguridad se había enviado una extensa carta dirigida directamente a Luis Spahn, presidente del Tatengue.
Pasado el mediodía, fuentes de la cartera de Seguridad informaron a Despacho Digital que “si cumplen la norma y pagan, no hay problema“. Al final, todo quedó en la nada y el encuentro se disputará este domingo a las 14, tal como estaba previsto.