Los legisladores santafesino dieron media sanción al proyecto que regula su producción con fines terapéuticos.
La Cámara de Diputados de Santa Fe le dio media sanción al proyecto de Ley de autocultivo de cannabis con fines medicinales. Agustina Donnet, impulsora del texto que promovió la legisladora mandato cumplido, Silvia Augsburger, abrió el debate con una planta de marihuana.
“Este proyecto responde a una demanda de muchas madres que se someten a la clandestinidad por la salud de sus hijos”, dijo la diputada del Bloque Igualdad y participación.
La norma busca regular el cultivo personal y aclara que se autoriza solamente con fines terapéuticos. Se trata de una iniciativa trabajada durante años junto con organizaciones cannábicas y prevé la creación de una autoridad de aplicación a cargo del Ministerio de Salud, así como también un programa de producción que deberá trabajar en conjunto con la Administración de Medicamentos, Alimentos y Tecnología (ANMAT).
Pacientes y profesionales de la salud deberán anotarse en un registro confidencial y facultado para emitir el certificado habilitante correspondiente para acceder a la semilla y/o la planta de cannabis. Esta sustancia es conocida por su eficacia para combatir la epilepsia y el cáncer, y se receta en pacientes con HIV o a quienes padecen cuadros como la ansiedad y el pánico.
Detalles Además de las personas acreeditadas, el cannabis para uso medicinal podrá ser cultivado por el Estado provincial, por asociaciones civiles y por organizaciones no gubernamentales sin fines de lucro que asistan a pacientes recetados con esta droga.
El acompañamiento del Estado y de las instituciones especializadas resultará fundamental para garantizar la calidad del producto, y abrirá camino a investigaciones científicas necesarias para seguir conociendo las potencialidades del cannabis. El Estado deberá agregar campañas de difusión destinadas a la ciudadanía en general.
Recinto caliente
Al momento del debate, Agustina Donnet fundamentó la iniciativa con una planta de marihuana en su banca. La posta la fue pasando por algunas bancas: Mónica Peralta y Lucila De Ponti, que luego ocupó el lugar de Miguel Lifschitz en la presidencia a pedido de éste, quien estuvo ausente en la votación, algo que llamó la atención.
A su turno, Amalia Granata se manifestó en contra del proyecto al considerar que no va a haber controles y cualquiera podría cultivar marihuana en su casa.
Por su parte, Armas Belavi del bloque Somos Vida argumentó su postura como profesional de la salud y planteó la avanzada del proyecto como “inviable”, ya que podría alentar la idea de cultivar para fines recreativos. Casi en el mismo sentido, Walter Ghione se manifestó en contra y le puso pimienta a la discusión al considerar “fuera de la Ley” la tenencia de marihuana en el recinto: “Es un delito tener esa planta aquí“.
En tanto, Pablo Farías puso mesura al debate al aclarar que se trata de un proyecto de Ley que viene a proteger a las madres del dolor y busca promover el cultivo personal sólo en aquellos casos que por salud lo necesiten bajo autorizaciones previas.
Para cerrar, Carlos Del Frade indicó que “no hablemos más de flagelo, eso es un castigo divino. La pibada no muere por orden de Dios. Muere por las balas y el narcotráfico”. Y agregó con énfasis: “La planta no mata, la cocaína no mata. Lo que mata son las mafias vinculadas a la cuestión del consumo, que es un fenomenal negocio“.