La Pulga marcó el cuarto en el 4-0 sobre Mallorca para que el equipo catalán sea más puntero que nunca.
En su regreso a la competencia luego de tres meses de inactividad forzosa por la pandemia de coronavirus, el Barcelona demostró que no ha perdido la memoria y se despachó con un contundente triunfo por 4-0 ante Mallorca en el estadio Son Moix, por la fecha número 28 de la Liga española.
De esta manera, el conjunto Blaugrana, que tuvo a Lionel Messi como titular, se mantiene en lo más alto de la Liga española.
60 segundos. Eso fue lo que tardó el Barcelona en convertir su primer gol en el reinicio de la Liga. Apenas cumplido el minuto, Frenkie de Jong presionó y robó una pelota en la salida del rival para luego asistir a Jordi Alba, quien mandó el centro al área. El chileno Arturo Vidal fue el encargado de decretar el 1-0 con un preciso cabezazo ante la pasividad de la defensa del Mallorca.
En aquellos primeros instantes del partido, cada avance del conjunto de Quique Setién conllevaba un serio peligro de gol. Sobre los 10 minutos, Lionel Messi tuvo dos chances que no pudo concretar: en la primera, recibió un centro atrás y definió cruzado para la entrada de Antoine Griezmann que no llegó a corregir. Luego, tras otras combinación con el francés, mandó la pelota por arriba del travesaño.
Aún con sus limitaciones, el conjunto local comenzó a adelantarse en el terreno de juego. Tras un avance por la derecha, el japonés Take Kubo enganchó hacia el medio y sacó un gran remate que Marc-André ter Stegen logró mandar al córner con una gran volada. Fue así como el arquero alemán comenzó a ganarle los duelos personales al asiático: unos minutos después le tapó un disparo de afuera del área y, más tarde, hizo lo propio con un tiro libre ejecutado por lo bajo.
Pero, tras el descanso para tomar agua, el Barcelona recuperó las riendas del partido y dio una muestra de contundencia. A los 36, tras un intento por la izquierda y una arremetida de Messi, la pelota le quedó en el punto del penal a Martin Braithwaite, que no perdonó y selló el 2-0 con un potente disparo.
A pesar de que Budimir tuvo la mejor ocasión en el comienzo de la segunda parte, el triunfo del Barcelona nunca estuvo en suspenso. Los de Setién manejaron los hilos del partido con tranquilidad y, con un recambio que incluyó el regreso de Luis Suárez luego de una lesión, dosificaron su energía.
La goleada la selló Jordi Alba a diez minutos para el cierre. Tras una asistencia de Messi, el español corrió por la izquierda y definió frente al arquero para decretar el 3-0. Pero el rosarino iba a aparecer sobre el final para ponerle el broche de oro al regreso a las canchas: sobre los 93 minutos, recibió en el área y gambeteó hasta encontrar el espacio para definir de derecha y marcar el 4-0 definitivo.
De esta manera, catalanes lideran el torneo con 61 puntos, cinco más que Real Madrid, su más inmediato perseguidor. En el tercer lugar, algo más atrás, con 50 unidades, aparece Sevilla (abrió la reanudación de la competencia con una victoria ante Betis, su clásico rival).