La cámara de Senadores de Santa Fe otorgó media sanción al proyecto de ley de “Historia clínica digital”. De esta manera los datos del paciente se almacenan en una única base de datos y desde ese momento pasan a estar disponibles para todos los profesionales que atiendan a ese mismo paciente en el futuro.
La cámara de Senadores de Santa Fe avanzó este jueves en un proyecto de ley de “Historia clínica digital” que establece que cada paciente cuente con su información clínica en formato electrónico y no solamente en papel.
El senador por el Departamento La Capital, Miguel González es el autor del proyecto de ley que simplifica el acceso a la historia clínica, de manera digital, on line, de cada paciente por parte de los profesionales de la salud, mediante un sistema en red que posibilita contar con la información y evitar así que los resultados de prácticas previas estén solo en papel.
“Actualmente, todas las intervenciones, análisis y estudios que se realiza a los pacientes quedan almacenados en la propia institución donde son hechas, o eventualmente son entregados en mano en un formato tipo papel o CD”, explicó el ex Ministro de Salud, Miguel González
“La historia clínica electrónica cambia ese paradigma porque cualquiera de esos contactos que tenga un paciente o usuario en la atención de su salud, es decir cualquier análisis, tomografía, vacunación, análisis de sangre, radiografía, etcétera, se almacenan en una única base de datos y desde ese momento pasan a estar disponibles para todos los profesionales que atiendan a ese mismo paciente en el futuro”, detalló el Senador.
La historia clínica electrónica es un sistema de avanzada que ya se está aplicando en algunos lugares puntuales de nuestro país con resultados muy positivos producto de la interacción entre hospitales, clínicas privadas, obras sociales. Todos aportan y todos se sirven de la información médica del paciente disponible en el sistema.
En el proyecto de ley, el sistema prevé una implementación gradual y abarcará a los efectores públicos y privados, produciendo una mejora en la calidad de atención sin la necesidad de exponer al usuario de salud, al ciudadano o ciudadana a prácticas innecesarias generando al mismo tiempo una economía aplicada al sistema de salud, dado que evita la realización redundante de estudios que ya se hayan cargado en la historia clínica del paciente con anterioridad.