Mario Sepúlveda, uno de los sobrevivientes de aquel derrumbe, destacó en diálogo con ‘Un Día Perfecto’ que la perspectiva de vida le cambió luego de este acontecimiento.
Este miércoles se cumplieron 11 años del rescate de los 33 mineros chilenos en el derrumbe de la mina San José que se produjo el jueves 5 de agosto de 2010. El domingo 22 de agosto, 17 días después del accidente, los mineros fueron encontrados con vida.
Mario Sepúlveda es uno de los sobrevivientes de aquel derrumbe y, en dialogó con SOL 91.5, recordó el momento de aquella tragedia que pudo haber terminado con sus vidas: “El día del derrumbe fue terrible, fue un terremoto bajo tierra. Mucho polvo, quedamos con visibilidad cero. Nadie sabía donde había sido el lugar del derrumbe”, contó.
También se refirió a los duras que fueron las horas posteriores al derrumbe: “Una de las cosas principales fue aferrarnos a la fe de Dios, sumamente importante. También fue importante el nacimiento de los líderes de la vida”.
En otro tramo de la extensa charla, el chileno sostuvo que tanto él como sus compañeros vivirán con secuelas hasta el día de su muerte. Sin embargo, expresó que ese trágico evento le cambió la perspectiva sobre la vida: “Tengo una mirada distinta, a las personas que me aman. Me alejé de lo material, quiero vivir y amar. Gozar lo más posible de la vida aún siendo difícil”, indicó.
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