Por Martín Sperati
Hoy hemos visto a flor de piel lo que significa la democracia. En un contexto de país tan complejo, hay que remarcarlo y celebrarlo.
En su larga saga de traspiés, la democracia argentina siempre encontró un gesto, un símbolo, en el cual amparar el tejido de futuros acuerdos. En 2015 el gesto fue el no gesto. No hubo transmisión de mando entre la presidenta Kirchner y el presidente electo Macri.
Este año, al día siguiente de las PASO, la destemplanza del presidente Mauricio Macri por el resultado adverso produjo un nuevo golpe al tejido social argentino, ayudando a la devaluación de por medio, a construir el 40.8% de pobres con que termina hoy su gestión.
La Herencia del hambre marca el fracaso del gobierno saliente. Resolverlo es el desafío del gobierno entrante. No resultará sencillo.
Los argentinos consumían en 2015 217 litros de leche per cápita por año; hoy se redujo a 113 litros. El salario mínimo vital y móvil representaba entonces UD580; hoy se redujo a UD 280. La pregunta es: ¿con qué plata podrá el nuevo gobierno reactivar el consumo? Es cierto que durante el gobierno del presidente Macri los argentinos se refugiaron en el dólar, plata que por ende no fue al consumo. La clave para revertir esta situación se define con una sola palabra: confianza.
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La Argentina celebra hoy la alternancia democrática. Ojalá de aquí en adelante los partidos políticos en nuestro país sean partidos de alternancia y no hegemónicos.
Todo el mundo esperaba que por el solo hecho de que Macri asumiera la presidencia iban a llegar las inversiones, a bajar el riesgo país, la economía iba a florecer y la inflación iba a bajar.
Todo eso no solamente estuvo lejos de ocurrir sino que en algún punto se agravó. Es doblemente celebrable que Argentina pueda conmemorar y realizar una alternancia democrática en el contexto de una crisis económica.
El bastón de mando presidencial que acompañará la gestión de Alberto Fernández está confeccionado con madera de urunday, árbol originario del Chaco. Una madera utilizada en el trabajo rural por su resistencia, poque no se deforma, porque no se corrompe. La naturaleza acerca el gesto que los argentinos tanto necesitan.