Franco Gross contó cómo es vivir el día a día en un país que limita con España y Francia, países que reportaron gran cantidad de personas contagiadas con coronavirus.
Los argentinos desparramados por todos los rincones del planeta dan detalles de cómo se vive la reclusión por el coronavirus. Franco Gross es un esperancino de 32 años y desde hace un poco más de cuatro meses se halla en Andorra, pequeño país que limita con España y Francia.
El joven reveló en el programa Un Día Perfecto que su pasión por la dirección técnica, sumado a las posibilidades laborales de su pareja, hizo que todo coincidiera para llegar al principado. Además, busca poder conseguir un título de validez internacional con el objetivo de dirigir en otros países.
En el proceso de capacitación consiguió poder integrar el cuerpo técnico del CE Carroi, equipo que recientemente ascendió a Primera División. Por la renuncia del entrenador principal tras una oferta de España quedó al frente del principal equipo: “el nivel futbolístico de una primera división es un nivel de Federal A“, contó Gross.
El principado está rodeado de los países que reportaron un alto número de casos de coronavirus que son: España, Francia e Italia. “El sistema de salud está funcionando bien, no está saturado ni mucho menos“, relató el santafesino. Actualmente el país reporta más de 700 casos confirmados con Covid-19 y la gran novedad es que se les proporcionará el testeo a todos los ciudadanos para conocer la realidad de toda la población frente a la pandemia.
“Te tenés que anotar en una página web y automáticamente te avisan cuándo y dónde te hacés el test. La cuarentena es total y obligatoria. Los supermercados pueden vender sólo productos de necesidad”, detalló el esperancino en el territorio que tiene como obligación circular con barbijos y guantes.
Andorra, país con más de 77.000 habitantes, es conocido por sus complejos turísticos de esquí y su estado de paraíso fiscal que incentiva el comercio sin pago de impuestos. “Limitaron la venta en supermercados” porque “la gente de España y Francia aprovechan a hacer compras acá” por el hecho de que no pagan tributos en alcohol y tabacos.
Un asalariado en Andorra gana entre 1.200 y 1.500 euros y la calidad de vida es muy buena: “se vive muy bien, dejan las motos con las llaves” en lugares públicos y no existe la inseguridad.