Por Martín Sperati
El debate sobre el periodismo se instaló hace ya algunos años. Es por eso que el mejor ejemplo de ello es celebrar el día del periodista independiente, neutral y objetivo.
En esta Argentina de la división y de la grieta que representa la esencia de la antinomia, tenemos que combatirla. La antinomia no es pluralidad, son dos cosas distintas.
En la pluralidad todos nos respetamos. Uno piensa A, B, C y por supuesto, defiende su pensamiento y discute con vehemencia, pero con respeto, buscando convencer y no imponer. Y buscando además, que la voz del otro esté SIEMPRE presente.
La antinomia es diferente. El que piensa A no respeta al que piensa B. Y no sólo que no lo respeta, sino que busca anularlo. Si es posible destruirlo desde el punto de vista de la opinión. Cuando hay antinomia no se busca convencer, se busca IMPONER.
Y ese es un problema que tenemos en la Argentina. El periodismo es una herramienta fundamental para favorecer, sostener y consolidar la pluralidad. Esa es la importancia que tiene para las sociedades democráticas.
Cuando tenemos situaciones de los medios que cierran y de malos empresarios, se generan estas cosas y también una cierta indiferencia en los poderes públicos de preocuparse por ver cómo se generan los mecanismos para que la industria de los medios pueda florecer en base a un trabajo honesto como cualquier industria.
Cuando vemos que los diferentes gobiernos favorecen a determinados medios de comunicación por sus bajadas editoriales, se rompe el esquema de pluralismo.
El periodismo honesto es un instrumento fundamental para hacer a las sociedades democráticas más plurales y transparentes, algo de lo cual la Argentina tiene una ENORME necesidad.
