Se celebra todos los años con el objetivo de concientizar a la población sobre el derecho a un trato digno, respetuoso y confidencial de la persona gestante en el momento del embarazo, el parto y el puerperio.
Del 16 al 22 de mayo se llevará a cabo la Semana Mundial del Parto Respetado, teniendo como lema anual: “Mejores partos para un mejor futuro”, que busca hacer hincapié en una atención prenatal adecuado, el acceso a servicios especializados, donde los nacimientos se realicen en instituciones que cumplan con las condiciones obstétricas y neonatales esenciales, promoviendo un trato respetuoso hacia embarazadas, durante el embarazo, parto, nacimiento y puerperio.
El parto comenzó a realizarse en hospitales a principios del siglo XX para disminuir la mortalidad materno-neonatal, pero en ese contexto se instaló la idea de que se trataba de algo parecido a una enfermedad. Las familias en general y las mujeres en particular perdieron protagonismo en un hecho muy trascendental en sus vidas y aceptaron las reglas de las instituciones.
De este modo, el parto se transformó en “un acto médico” cuyo significado científico dejó de lado otros aspectos esenciales para la familia. El equipo de salud pasó a ser el eje de las decisiones y comenzó a usar en todos los casos tecnologías y procedimientos destinados a los embarazos de riesgo. Esto fue alejando a las madres del parto natural sin que se lograse una mejora en los resultados perinatales.