La decisión tiene que ver con una sospecha de filtración de información relacionada al caso YPF, aunque el Gobierno ya había advertido la reestructuración del organismo.
La medida de protesta responde a la nueva disposición del poder Ejecutivo Nacional, sobre la reorganización dentro del organismos que conlleva despidos de empleados.
La interrupción del servicio se llevó adelante como una medida de protesta frente al despido de dos trabajadores pero finalmente se llegó a un acuerdo.