El dato se desprende de un informe realizado por el Centro Cultural y de Estudios DEMOS
Un reciente estudio del Centro Cultural y de Estudios DEMOS reveló que el 80% de los estudiantes en Santa Fe lleva su celular a la escuela.
Este dato pone en foco cómo los dispositivos móviles han transformado las dinámicas educativas y plantea interrogantes sobre su rol en las aulas.
El relevamiento se basó en un total de 451 personas encuestadas: 222 estudiantes
y 229 docentes de la ciudad de Santa Fe y localidades del Departamento la Capital.
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En ese sentido, del total de alumnos entrevistados un 81,5% afirma asistir siempre a la escuela con celular, mientras que un 9% lo hace a veces y sólo un 9,5% dice no llevarlo nunca.
En segundo término, se indagó sobre la utilización del celular con propósitos pedagógicos. En este punto, más de la mitad, el 53%, sostiene no utilizarlo nada o muy poco con tales fines, mientras que un 47% dice utilizarlo mucho con ese
propósito.
En relación a los usos que se le da al celular para el desarrollo de actividades indicadas por docentes, más de ocho de cada 10 alumnos (82,0%) encuestados lo utilizan
solamente para buscar información, mientras que tres de cada 10 (29,7%) se valen de aplicaciones educativas.
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Por otra parte, respecto a si los estudiantes utilizan el celular durante las clases con fines no educativos, un 23,9% dice utilizarlo mucho, un 57, 2% afirma utilizarlo un poco y sólo un 18, 9% sostiene que no lo usa.
Asimismo, entre los fines que se le dan a estos usos se destacan: comunicación con las familias, uso de whatsapp y de redes sociales (instagram, tik tok y otras).
El informe tambien da cuenta que más de 7 de cada 10 alumnos percibe que el uso del teléfono celular, en mayor o menor medida, dificulta las relaciones interpersonales lo cual resulta un dato ciertamente preocupante y necesario de abordar desde la política pública.
Finalmente, se consultó a los estudiantes su opinión acerca de la necesidad de que se cuente con algún tipo de regulación para el uso de dispositivos móviles en las escuelas, respondiendo afirmativamente en más de un 70% (un 65,7% opina que hay que limitarlo y un 4% prohibirlo completamente). Un 30, 3% sostiene que no es necesario su control.
