El gobernador saliente desestimó el reclamo de uno de los principales colaboradores de su sucesor Omar Perotti.
El gobernador Miguel Lifschitz salió este martes al cruce de dirigentes peronistas por el proceso de transición para terminar su mandato y aseguró que las críticas recientes son “tonterías”. Frente a los dardos lanzados al calor de las elecciones nacionales, aseguró que tiene “la mejor voluntad y predisposición” para dialogar con Omar Perotti.
Luego de un fin de semana agitado en el que incluso el rafaelino denunció “mezquindades” de parte de la administración del Frente Progresista, el socialista afirmó que “la única situación conflictiva” en la relación entre ambos se refiere al proyecto del Presupuesto 2020. “No tiene que ver conmigo sino con la Legislatura“, apuntó.
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El mandatario manfiestó que accedió al pedido de su sucesor para tratar de que la iniciativa se postergue hasta el traspaso, pero remarcó que la solicitud fracasó ante la resistencia de varios dirigentes que “son del partido de Perotti”.
“El principal interesado en una transición ordenada soy yo. Hemos gobernado de manera constructiva estos años y queremos seguir colaborando de la misma forma en los proximos 4 años”, argumentó el titular de la Casa Gris en un reportaje con Radio 2.
De esta manera le bajó el tono a las declaraciones que más temprano había hecho el diputado provincial Roberto Mirabella y sentenció: “No voy a entrar en esas tonterías”.