La infección se transmite a través de aves enfermas con una bacteria. Cuáles son los síntomas a tener en cuenta.
En la localidad de Rafaela, al oeste de la provincia de Santa Fe, 4 personas se encuentran internadas por una neumonía bilateral derivada de psitacosis, una enfermedad infecciosa aguda y generalizada causada por la Chlamydia psittaci, un tipo de bacteria que se encuentra en los excrementos de pájaros infectados, que le pueden transmitir la infección a los humanos.
Dos de los pacientes están en la Unidad de Terapia Intensiva del hospital local Jaime Ferré, mientras que los otros dos se encuentran en un sector general sin mayores complicaciones hasta el momento. De acuerdo a consignado por Télam, el loro de una de estas personas habría sido el desencadenante del cuadro. Esta situación encendió las alarmas de las autoridades de Salud santafesinas, ya que en la ciudad de Rafaela hay abundante presencia de estos animales, tanto libres como en cautiverio, para tomarlos como mascotas.
Es que esta patología se transmite a través de aves enfermas como el mencionado loro, cotorras, papagayos, canarios, jilgueros y palomas. En estos casos, los animales eliminan la bacteria Chlamydia al medio ambiente a través de secreciones oculares, excrementos secos, secreciones respiratorias y polvo de las plumas. Estas secreciones al secarse permanecen en el aire y son aspiradas por las personas, que de esta forma se infectan.
Si bien psitacosis es la forma más utilizada para referirse a esta enfermedad, los expertos ampliaron el término ya que, tras muchos años de investigaciones, se determinó que los loros no son los únicos portadores de la bacteria Chlamydia que enferma a los humanos.
“Antes se creía que estaba vinculada sólo a los loros pero ahora sabemos que son muchas las aves que pueden transmitirla, por eso en infectología se dejó de usar la denominación psitacosis, y hoy se utiliza el término ornitosis, que significa relativo a la ornitología (el estudio de las aves)”, le había explicado anteriormente a Infobae, el infectólogo y epidemiólogo Hugo Pizzi. Esta enfermedad infecciosa “tiene un período de incubación que en promedio es de 10 días. Entonces, suele comenzar con fiebre, cefaleas, astenia -cansancio corporal- y puede terminar en neumonía”, según había precisado el experto.
¿Cuáles son los síntomas?
El cuadro clínico de la psitacosis puede variar entre infección sin enfermedad evidente, a una enfermedad febril inespecífica o una neumonía. La neumonía que se detectó en Rafaela es causada por la psitacosis, que comienza con un cuadro de afectación general, con hipertermia (aumento de la temperatura del cuerpo), dolor de cabeza constante, decaimiento general, fatiga y cansancio. A las 24 o 48 horas puede aparecer la tos con expectoración escasa, en general mucosa y viscosa.
También pueden aparecer ictericia, cuando la piel se pone amarilla, esplenomegalia -que es el aumento del bazo- y alteraciones de la percepción. Si bien la enfermedad suele ser leve o moderada, a veces puede ser grave, especialmente en los adultos mayores y ancianos que no reciben tratamiento.
“Los contagios se producen fundamentalmente por la venta ambulante de aves silvestres sacadas de su hábitat natural que vienen enfermas y en un 90% asintomáticas”, había señalado a este medio Gustavo Martínez, jefe del Departamento Zoonosis Urbanas de la dirección de Vigilancia Epidemiológica y Control de Brotes del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, cuando se detectó un brote similar meses atrás en aquella región del país.
¿Cuál es el tratamiento y cómo puede prevenirse la enfermedad?
Las personas con psitacosis deben recibir antibióticos durante al menos 14 días. Además, se recomienda que los contactos del paciente (familiares o compañeros de trabajo) deben ser controlados para identificar la aparición de síntomas en forma precoz.
A la hora de la prevención, hay que seguir las siguientes recomendaciones:
– No capturar aves y pájaros silvestres, ni comprarlos en la vía publica.
– Alimentar a los pájaros correctamente y mantener las jaulas limpias.
– No permanecer largos periodos en habilitaciones cerradas donde haya aves.
– Mantener las aves en lugares ventilados y con espacio suficiente, sin hacinarlas.
– No introducir aves recientemente capturadas o compradas sin certificado sanitario en jaulas donde se encuentren otras aves.