Festín de narcos: el descontrol en arsenales policiales de Santa Fe

Festín de narcos: el descontrol en arsenales policiales de Santa Fe

Un informe del Ministerio de Seguridad en 2020 advertía que una de las principales fuentes de armas que se usan para cometer delitos provienen de los depósitos estatales.

Días atrás, el robo de un arsenal en la Sección Balística de Rosario que puso al descubierto serias irregularidades en el control de armamento. Un informe oficial del Ministerio de Seguridad de esa provincia advertía, en 2020, la ausencia de controles en las armerías de la Policía de Santa Fe. Hoy, todo sigue igual.

Una de las fuentes principales de armas que circulan en el mercado ilegal y que se usan para cometer delitos la constituyen los depósitos estatales de armas incautadas o secuestradas, y también los arsenales de la policía”, señala el texto..

El relevamiento fue realizado sobre 15 depósitos que guardan las armas de la institución y las incautadas o secuestradas que quedan bajo custodia policial por orden judicial.

La finalidad del relaviento, ordenado por el entonces ministro Marcelo Sain, era implementar un Sistema Interconectado Provincial de Arsenales Policiales para ordenar el parque de armas.

“La cantidad total de armas en stock alojadas en las quince instalaciones iniciales es de 6191 entre largas y cortas que en suma a las armas provistas se acerca a un total estimado de 30.000 armas a registrar inicialmente mediante el software”, detallaba el informe.

“Encontramos un registro de armas artesanal, la intención era volcarlo a un registro digital”, sostuvo una fuente de esa gestión sobre la idea que nunca se ejecutó.

Sain fue desplazado en medio de una polémica por unos audios en los que descalificaba a policías y ahora fue imputado por una licitación para la compra de 12 mil armas por 17 millones de dólares.

La conclusión fue alarmante: “Se encontraron instalaciones con muestras significativas de abandono y desidia política, falta de equipamiento y carencias en medidas de seguridad”.

Depósitos abarrotados y funcionarios corruptos

“Tenemos problemas estructurales graves. No es un descontrol pero sí se cometen irregularidades. No solamente en las armerías policiales: en el Centro de Justicia también desaparecieron armas. Y no solo desaparecen armas, desaparecen municiones y chalecos”, admitió un funcionario de la actual gestión en el Ministerio de Seguridad, bajo el mando de Jorge Lagna.

“Los chalecos que están vencidos están amontonados en depósito judicial, porque es muy costoso destruirlos y daña el medio ambiente. Lo mismo pasa con los vehículos que son incautados”, agregó.

Al mismo tiempo, señaló: “Sí la ANMaC retirara de los depósitos judiciales las armas que ya están peritadas y si hubiera un sistema legal que permitiera la destrucción de las armas que son incautadas, no tendríamos armas en ningún depósito, pero el sistema judicial es tan engorroso que para ir a un juicio a los cuatro años, hay que llevar el arma como evidencia”, explicó.

“Llega un momento en el que uno tiene un depósito abarrotado de armas, vehículos y municiones. No hay un trámite más expedito para la disposición final de esos efectos”, criticó.

Aunque reconoció: “Tenemos funcionarios desleales y corruptos, como el caso de este policía que a los tres meses de haber ingresado a la fuerza se pone a vender armas en un depósito judicial, con tanta impunidad y estupidez. Ni siquiera estaban con la numeración limada cuando las encontramos”, dijo sobre el suboficial Juan Carlos Belotti, acusado por el robo en la Sección Balística.

“No hay un solo responsable y cada uno tiene que hacerse cargo de lo que le toca. Tenemos depósitos abarrotados, que no son funcionales, que no tienen la capacidad ni medios tecnológicos para controlar y velar por las armas. Es por este tipo de cosas, terminan con las armas en la calle. Así de simple y así de complejo”, concluyó la fuente oficial.

Ejecuciones y víctimas jóvenes: los números de la violencia armada en Santa Fe

Durante el período 2014-2020 las armas de fuego reglamentarias sustraídas a o extraviadas por personal policial sumaron un total de 502 unidades, detalla el informe de la gestión de Sain. Un número que sigue siendo similar.

El dato no es menor en una provincia en la que el 78 por ciento de los homicidios fueron cometidos con armas de fuego.

El 62 por ciento fueron ejecuciones y el 47 por ciento de las víctimas tenían entre 15 y 29 años, según un informe del Gabinete de Análisis Criminal, solicitado por el bloque de la UCR.

Fueron 139 los homicidios cometidos en la provincia hasta el 26 de abril de 2022. La gran mayoría de los crímenes (91) se registraron en Rosario, acorralada por la violencia narco.

Las imágenes del descontrol en las armerías de Santa Fe

Una de las imágenes más representativas del problema fue registrada en 2020 en la Armería Central, de la Unidad Regional I (UR1), en la ciudad de Santa Fe. Se trata de dos cajones de madera con una gran cantidad de pistolas sin clasificar en su interior.

Frente a ese edificio, se encuentra el galpón del Área Departamental Logística D4, dependiente de la plana mayor de la jefatura. En ese lugar están abandonados más de ocho mil chalecos antibalas, que se amontonan entre arañas y ratas.

Ese lugar es un polvorín”, dicen efectivos de la Provincia sobre el estado actual de la armería de la UR1.

“Desde el comienzo de la actual gestión, en el marco de la profesionalización y modernización de las fuerzas policiales, el Ministerio de Seguridad inició un proceso de registro de datos y procesamiento de información para conocer el stock de armamento estatal, lo cual anteriormente se desconocía.

“En otras palabras, se ignoraba cuál era la cantidad real de armas y municiones con la que se contaba, y su consiguiente distribución geográfica”, advertía el informe.

Los valores en el mercado negro: se alquilan armas por 10 mil pesos

El descontrol del depósito de la Sección Balística de Rosario, cercada por crímenes narco, impactó a los fiscales que la allanaron a raíz del robo de 11 armas que debían estar bajo custodia.

Las armas, aún con su numeración intacta, fueron encontradas en un balde durante un operativo de la Agencia de Inteligencia Criminal en busca de armamento utilizado en los últimos hechos violentos registrados en el oeste y norte de la ciudad.

Las armas están desparramadas y sin llave. Cualquiera puede acceder”, resumieron en sus declaraciones algunos efectivos de la Sección Balística. El área depende de Criminalística, a cargo del suspendido Cristian Chimenti -hermano de la jefa de Policía, Emilce Chimenti.

Matías Ederly, Luis Schiappa Pietra y David Carizza de la Agencia de Criminalidad Organizada del Misterio Público de la Acusación anotaron que no existían inventarios, que se desconocía la cantidad de armas y municiones allí almacenadas y que los registros se hacían a mano, en un libro de ingresos.

Y, según pudo saber este medio, el de Belotti no es un caso aislado. “Muchas armas las alquilan y otras desaparecen”, indicó una fuente que, además, señaló que en el mercado negro una pistola 9 mm reglamentaria puede conseguirse por 50 mil pesos o alquilarse por 10 mil.

“Ya vemos como algo común que los policías jóvenes que le alquilen armas a delicuentes”, se lamentó la fuente.

Las principales advertencias sobre las armerías de Santa Fe en el informe de 2020
  • -En cuanto a la gestión de los arsenales policiales, entre las principales deficiencias que se pudieron relevar, se destaca que operan de hecho como depósitos de efectos secuestrados o incautados en razón de un proceso judicial, tanto vigente como resuelto.
  • -Además, están regulados mediante libros de actas escritos a mano y supervisados personalmente.
  • -Asimismo, se constató que actualmente el sistema de inventario de armas policiales se confecciona en formato papel y está regido por usos y costumbres propios de la cultura organizacional policial.
  • -El personal afectado a las tareas de asignación y recepción de armas, lleva el control de dichas operaciones en forma manual en fichas de cartón. Así, se registran todos los movimientos de las armas reglamentarias, ya sea que cambien de personal, regresen al depósito, se destinen a destrucción, etc.
  • -El carácter manufacturado de la información y la ausencia de procedimientos claros, definidos y positivizados hace que la gestión del parque de armas y municiones de la Provincia dependa de la buena voluntad y la confianza de quienes llevan adelante la tarea.
  • -Otra de las deficiencias del modo de gestión actual consiste en que el software que se utiliza no requiere de una clave de privacidad o de un permiso para acceder al mismo, lo cual lo vuelve fácilmente vulnerable ante cualquier persona que quisiese manipular, modificar o cargar datos de cualquier dependencia policial.
  • -También cuenta con ciertas limitaciones prácticas: no pueden especificarse los motivos de las bajas de armas, ni describir las circunstancias de los secuestros.
  • Tampoco permite incorporar datos de referencia que podrían ser muy útiles para la identificación y el rastreo del armamento, como por ejemplo el Código Único de Identificación Balística -CUIB- surgido del Sistema de Registración Balística.