El ministro de la Corte santafesina opinó sobre el encuentro que se dio en el sur argentino donde participaron jueces, fiscales, parte del poder político, vinculado con Rodriguez Larreta y periodistas cercanos a Clarín.
“Tiene que ver con esas matrices históricas. Hasta no hace muchos años, algunos sectores del Poder Judicial estuvieron comprometidos con violaciones de los derechos humanos”, indicó Erbetta en una entrevista que le concedió a “La Política Online“.
El caso tomó notoriedad nacional cuando se conoció un encuentro entre empresarios, parte del poder político, vinculado al larretismo, periodistas que ejercen su profesión en Clarín, jueces y fiscales; todos ellos en una estancia de Lago Escondido, cuyo dueño es John Lewis, un magnate que posee kilómetros de hectáreas en el sur argentino.
Ese episodio tuvo muy poco tiempo en los medios de llegada nacional. De hecho, la oposición pidió hasta el cansancio que la justicia investigue la posible comisión de delito, vinculadas a las dádivas, pero todo cayó en un saco roto y ya no se habló del tema.
Al respecto, El ministro de la Corte santafesina remarcó: “se visualizan dos problemas. Una agencia judicial, un modelo de organización, una estructura que no rinde cuentas, que no da explicaciones. El Estado de inocencia y el debido proceso son sagrados. Pero acá el problema son el fiscal y el juez. El juez invalida evidencia que no podía ser usada para fundar una decisión de mérito incriminante pero a la vez sepulta el caso.
Me parece bien que no se use una evidencia ilegal, que son las escuchas que descubren el caso. Pero eso no implica no generar una investigación paralela para procurar evidencia legal. Esto es lo que no hace Comodoro Py en un caso donde hay magistrados y fiscales relacionados con sectores de poder económico y político señalados de recibir dádivas. Sin dudas de que estos problemas afectan la legitimidad del Poder Judicial, pero bueno, a veces son funcionales al poder y por eso se naturalizan.
¿Cómo se resuelve esto? Reforma estructural, no más jueces escondidos en sus despachos, sistema de audiencias públicas y orales con el juez presente de cuerpo entero, control de gestión, rendición de cuentas, control de la trazabilidad de los procesos en todos los ámbitos, especialmente en el penal, en los casos que no lo hay, y en los casos en que lo hay, un monitoreo permanente.
