Está sospechado de dar cobertura de un empresario de juego a cambio de dinero junto a otro fiscal. Será aceptada por fiscal general de la provincia, Jorge Baclini
El fiscal regional de Rosario, Patricio Serjal, renunció a su cargo en medio de graves investigaciones en su contra que lo tienen en el ojo de la tormenta. Una de ellas por haber cobrado coimas a cambio de protección. Serjal comunicó su decisión de dar un paso al costado a través de un escrito presentado ante el fiscal general Jorge Baclini.
La causa, que investiga a Serjal y a Ponce Asahad, tiene como principal hipótesis el cobro de dinero a cambio de impunidad para Leonardo Peiti, uno de los integrantes de una banda acusada por juego clandestino y extorsiones, que ya fue imputado y declaró como arrepentido.
En su testimonio, Peiti, que declaró como arrepentido, dijo que tuvo unos 30 encuentros, en un año, con Ponce Asahad; y dos con Serjal. En su declaración, habló de la entrega de entre 4 y 5 mil dólares por mes para que no se lo persiguiera penalmente. Desde Fiscalía dijeron que hay registros fílmicos y telefónicos, como evidencia contra los funcionarios.
Según da cuenta el diario El Ciudadano, Serjal llegó a Rosario para sumarse a las filas del flamante Ministerio Público de la Acusación que se puso en marcha en febrero de 2014. Ingresó a la Unidad de Flagrancia y Turno, una oficina donde los fiscales están en la primera línea de fuego y se ocupan de todo lo que no estaba designado a una unidad especial.
Allí Serjal hizo sus primeras herramientas en el MPA santafesino y coincidió con su par Gustavo Ponce Asahad, que venía del viejo sistema procesal penal. Había sido prosecretario de la cuestionada jueza María Luisa Pérez Vara cuando se produjo el crimen de Luis Medina y su novia Justina Pérez Castelli en diciembre de 2013.