Sus víctimas fueron un nene de tres años y una nena de 4, a la que además le contagió una enfermedad de transmisión sexual. Los jueces del tribunal pluripersonal lo encontraron culpable por unanimidad.
El sacerdote católico Néstor Monzón fue condenado este miércoles a 16 años de prisión por el abuso sexual gravemente ultrajante y agravado (por su condición de cura) contra una niña y un niño, que al momento de los delitos tenían 4 y 3 años, respectivamente.
En el caso de la nena, además, se contempló como agravante el serio perjuicio a su salud, ya que el religioso le contagió el virus del papiloma humano (VPH), una enfermedad venérea.
El tribunal integrado por los jueces Claudia Bressán (presidente), Santiago Banegas y Martín Gauna Chapero definió por unanimidad la culpabilidad del religioso en los aberrantes hechos que se le atribuyen, y resolvió dar curso al pedido de la querella, que había solicitado esa pena.
La investigación judicial comenzó en el año 2015 tras la denuncia de la madre de la niña abusada ante el Centro de Orientación a la Víctima de Violencia Familiar y Sexual de la Unidad Regional IX.
Para el fiscal Alejandro Rodríguez “no quedan dudas de que el sacerdote desplegó una acción tendiente a cometer los abusos sexuales en circunstancias que son gravemente ultrajantes para las víctimas, que debieron sufrir agresiones físicas y psicológicas que no tenían por qué soportar”.