Los presentes sentaron posiciones en la cuenta regresiva a las generales de noviembre. Cuestionaron el faltazo de Carolina Losada.
Los candidatos y candidatas a senadores nacionales por Santa Fe protagonizaron el primer debate bajo la organización de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). El encuentro transitó sobre cuatro ejes temáticos: seguridad, ambiente y desarrollo sostenible, federalismo y educación. Cada candidato se explayó primero, luego tuvieron una réplica y un cierre en cada tema.
El rector de la UNR, Franco Bartolacci, abrió el debate realizado en el Espacio Cultural Universitario (ECU), del que participaron siete de las nueve listas con aspiración a la Cámara Alta: Juntos por el Cambio (Dionisio Scarpin, en reemplazo de Carolina Losada), Frente de Todos (Marcelo Lewandowski), Frente Amplio Progresista (Clara García), Primero Santa Fe (Jorge Boasso), Soberanía Popular (Mercedes Meier), Frente de Izquierda y de Trabajadores (Irene Gamboa) y Somos Futuro (Patricia Frausin). Tanto Betina Florito (Unite por la Libertad y la Dignidad) como Juan Domingo Argañaraz (Podemos) no fueron de la contienda.
A lo largo de poco más de dos horas, los siete participantes expusieron ideas y tomaron patido. Marcelo Lewandowski enfocó su eje en legislar “para generar oportunidades, con educación, reapertura de industrias al revés de cuando cerraban hace un par de años”. Y apeló a su condición de vecino cercano, por diferencia con la aporteñada candidata macrista. “Me conocés hace mucho, me viste en una cancha, en un bar, en un barrio, soy el de siempre y me seguirás viendo porque nací y vivo acá, mis hijos viven donde están las balaceras, no toco y me voy”.
Dionisio Scarpín abundó en temas económicos desde el cristal del neoconservadurismo del macrismo. “El 12 de setiembre los argentinos apostaron por su propio país, quieren otra Argentina, del trabajo, del emprendedor, de la pyme y el campo. No quieren este gobierno que nos miente y avasalla las instituciones”, dijo.
Jorge Boasso declamó querer ser senador porque “me cansé de los chantas: basta de planes, de ladrones, de inseguridad, de cepos, de quitar libertades, basta de privilegios políticos y de corrupción política –denuncié a cinco senadores, cuatro son de mi partido–, basta de porteños y porteñas, basta de tibios, de levantamanos, basta de Cristina”, repasó en tácitas alusiones a sus competidores.
Clara García no dejó de marcar el faltazo de Losada al debate. “Si no se animó acá, qué hará en el Senado, donde necesitamos voces valientes”, la chuceó. Inevitable la referencia a Lifschitz: “Transformo la bronca de la pandemia en esperanza, por el legado que represento y por el futuro esperanzado decido dar esta lucha por un país nuevo”.
Irene Gamboa se identificó como parte de la buena elección que la izquierda hizo en las PASO. “Sacamos 1 millón de votos y somos tercera fuerza nacional, hoy dicen que nuestros votos irán a los partidos mayoritarios y es lo que quieren ocultar, que la bronca crece. Somos el único frente independiente del ajuste. Nos convertimos en la marea histórica que conquistó el derecho al aborto, soy la historia de mi viejo perseguido y detenido por la dictadura. Resistimos al macrismo, y enfrentamos el ajuste de todos los gobiernos, incluso el actual”, definió.
Patricia Frausin se presentó como ajena a la política. “Lo mío es la política educativa”, dijo, y luego celebró haberse integrado a un grupo “no político, porque las cosas pueden hacerse mejor: acá pensé en encontrarme con propuestas y no con peleas de uno contra otros”, lamentó.
Mercedes Meier planteó que “cada idea que se expresa en política expresa un lugar de clase”. Entonces, miró a sus contertulios pero en especial a Scarpín y siguió: “Acá están quienes representan a los poderosos que quieren el país entregado y unitario, pero también estamos quienes representamos a las mayorías populares y queremos llegar al Congreso. Somos el voto útil”.
Seguridad
Uno de los ejes más acalorados del debate fue el de seguridad, donde hubo coincidencias sobre los diagnósticos y las herramientas políticas para buscar soluciones. Los candidatos insistieron en que la narcocriminalidad es el principal problema a resolver en Santa Fe.
García advirtió que todos los indicadores empeoraron y acusó al gobierno de Omar Perotti de “una gran ineficiencia” y subejecución presupuestaria. También pidió al gobernador que convoque a la junta de seguridad, “sin mezquindades”.
Lewandowski contraatacó y apuntó a las gestiones socialistas. “El narcotráfico encontró tierra fértil en Rosario, por algo habrá sido”, deslizó. Y agregó: “Encontramos una policía escasa y sin formación, con falta de tecnología”. También cuestionó a la oposición por bloquear en la Cámara de Diputados de la provincia los proyectos de reforma policial.
Por su lado, el intendente de Avellaneda apuntó contra el gobierno nacional por su responsabilidad en cuanto al combate del narcotráfico. “Alberto Fernández nos prometió muchas cosas: juzgados federales, con una secretaría de narcotráfico, que son tan necesarios por la escasez que hay y por la gran cantidad de causas. También prometió más fuerzas federales. Ahora, ¿pensamos que con eso alcanza? No. La inseguridad es multicausal”, insistió.
Etapa final
A menos de cuarenta días para las generales, cada lista se plantea objetivos diferentes: Juntos por el Cambio busca consolidar y, eventualmente, ampliar la ventaja de las Paso, en procura de las dos bancas del Senado y al menos cinco de Diputados. El peronismo va por la épica incorporando a nuevos votantes para las generales y el FAP intenta elevar el conocimiento de García y pescar votos entre quienes optaron en la primarias por otras expresiones, sobre todo de JxC.
Con sólo tres escaños para repartir entre dos fuerzas, las otras nóminas buscan traccionar votos para sus candidatos para la Cámara baja y aprovechar la campaña para posicionar sus aspirantes y sus propuestas ante el electorado.