La OMS la clasificó como una enfermedad del ámbito laboral, a comienzos de este año.
Recientemente varias encuestadoras han presentado informes sobre cómo ha aumentado el Síndrome de Burnout. Si bien esta afección no es algo nuevo, incrementó sus niveles y los expuso a causa de la pandemia.
La psicóloga Valeria Fabris, (M. N. 68220, Licenciada en Psicología y en Administración de Empresas), de Ixpandit Fintech Factory, que ayudó y trabajó con los empleados para buscar la armonía con el trabajo híbrido y crear un concepto de resiliencia ante la propia adversidad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), clasificó en enero 2022 al Síndrome de Burnout como una enfermedad, e informó que mundialmente se gasta un 1 billón dólares por año en la economía mundial por no atender la salud mental, tal es así que en EE.UU. más de 44 millones de personas renunciaron a sus trabajos por agotamiento.
Para conocer sobre esta afección, Fabris explica: “Es un estrés crónico no tratado con éxito creado en el ámbito laboral. Significa que existieron alertas previas que no se resolvieron, en tanto, cuando tenemos Burnout ya estamos tarde. Afecta tanto a nivel emocional como mental y físico, y es diferente en cada persona. En el contexto de post pandemia con un mercado y economía inestable, con mayores niveles de ansiedad y de depresión, hoy el Burnout se pone sobre la mesa”.
La OMS considera al Burnout como la pandemia del próximo año porque modificó y visibilizó muchas situaciones y las personas comenzaron a priorizar su salud. El informe The ROI in workplace mental health programs: Good for people, good for business presenta estadísticas que indica que invertir en salud mental dentro de las organizaciones tiene un retorno de la inversión de 4,2 cada 1 dólar de inversión. “Cuando los países están en crisis económicas, cuando hay más inestabilidad inflacionaria, es cuando más se necesita esa contención porque pasamos el 70% de nuestro tiempo en el trabajo”, indica Fabris.
Y remarca, “los problemas de salud mental generan costos económicos directos e indirectos: presentismo, costos de atención médica, rotación de empleados, reducción de compromiso, baja productividad y ausentismo o licencias”.
Los síntomas comienzan con un agotamiento gradual, por tanto, cuando se llega al Burnout es porque no hubo una intervención previa de la situación. Los empleados comienzan con sentimientos de agotamiento y falta de energía, pensamientos pesimistas, desconexión con las tareas y una despersonalización emocional con respecto a tus colaboradores y en las relaciones interpersonales. Es una sensación de sobreesfuerzo y de insensibilidad.
Argentina y Chile vienen con niveles elevados de Burnout, según el reporte State of the Global Workplace 2022 Report: THE VOICE OF THE WORLD’S EMPLOYEES. México emitió una ley en 2019, donde las empresas tienen la responsabilidad de manejar el estrés de sus recursos con nuevas políticas y beneficios. En España, también existen muchas empresas que se dedican a la atención y al servicio del bienestar de sus recursos porque existe un cambio cultural respecto al trabajo.
“Desde Ixpandit Fintech Factory, hace un año y medio que se inició este acompañamiento, dando acceso directo y apoyo psicológico, individual y confidencial a las personas, donde brindamos herramientas para enfrentar diversas situaciones, desde cómo comunicarse hasta visibilizar sus potencialidades. Este apoyo potencia a los recursos a sentirse mejor, más comprometidos y reconocer cuáles son sus habilidades”, subraya Fabris.
Primero se realiza una encuesta anónima para medir el nivel de Burnout, se analizan los datos y se envía un informe a cada persona mientras que la empresa recibe otro informe general donde se notifica cómo está su nómina. Esto es el punto de partida y se evalúa cómo avanzar, puede ser con talleres o sesiones de entrenamiento sobre cuestiones cognitivas y emocionales, de rutinas y hábitos.
Luego de un tiempo se realiza una nueva evaluación general para detectar los cambios, los compromisos, satisfacción, desarrollo y vinculación con la empresa. Se ha visto que aumenta la productividad, rendimiento, compromiso y se reducen las licencias y niveles de ausentismo.
Es necesario que cada individuo pueda optimizar su jornada de trabajo, cambiar de posición para renovar los estímulos, realizar pausas para que el cerebro se revitalice, desconectarse por una hora o respetar el horario del almuerzo, hacer actividad física y reuniones cortas. La incorporación de estos hábitos mejora el bienestar, la relación con el trabajo y la autogestión.
“Para nosotros fue muy importante concientizar sobre el burnout en la organización y le damos mucha seriedad al tema. Cada colaborador está en una situación diferente tanto a nivel personal como profesional y es fundamental poder darle un acompañamiento para ayudarlo a sacar lo mejor de sí, no solo dentro de Ixpandit sino también en su ámbito personal”, comenta Matías Friedberg, CEO y Cofundador de Ixpandit Fintech Factory.