El militante habló tras acceder a prisión domiciliaria por las protestas contra la reforma previsional a fines de 2017.
Hace tres meses, Sebastián Romero fue capturado en Uruguay. El arresto a pedido de la Justicia Federal tuvo gran repercusión porque se trataba del “Gordo Mortero”, como se lo mencionaba desde las protestas contra la reforma previsional a fines de 2017. Este lunes, el rosarino se defendió y dijo que lo estigmatizan por ser parte de una “lucha de la clase obrera”.
“Ya no estoy más prófugo, volví para que se resuelva rápido esta situación“, afirmó el ex delegado de la planta de General Motors (GM) en Alvear sobre la denuncia en su contra por las manifestaciones en rechazo al proyecto que impulsaba el entonces presidente Mauricio Macri. Sobre la causa en la que fue imputado por intimidación pública y resistencia a la autoridad, aseguró que seguirá dando la pelea para terminar con “prácticas persecutorias” en perjuicio de organizaciones políticas y sociales.
En un reportaje telefónico en Radio Con Vos, el integrante del Partido Socialista de los Trabajadores Unificado (PSTU) recordó que los fuegos artificiales y los bombos son moneda corriente en las movilizaciones. Sobre el día en que su foto se convirtió en noticia internacional, argumentó: “Justamente atamos un mortero a una rama para preservar la distancia de la explosión“.
“Los medios hegemónicos se quedaron con la foto y no la película de lo que estaba pasando”, aseguró Romero a casi tres años de aquella protesta. Extraditado en junio, hace algunas semanas accedió a un régimen de arresto domiciliario. Sin embargo, advirtió que el escenario político actual no implica ningún cambio para él. En este sentido, comentó: “A mí me persiguió el gobierno de Macri y hoy sigo preso con este gobierno“.
El ex delegado de GM también apuntó contra la automotriz y consideró que la denuncia en su contra sirvió para desplazarlo de la planta santafesina. Al mismo tiempo, se definió como “un pibe de barrio” y recordó que trabaja desde los 15 años. “Quise progresar y no pude. La mejor herramienta que encontré fue organizarme y no voy a dejar de salir a manifestarme para luchar por los derechos de los oprimidos”, concluyó.