En el Senado, la votación de la Resolución 125 empataba en 36. El vicepresidente de aquel entonces tuvo que desempatar. Votó en contra de la propuesta con una frase insólita.
“Mi voto es no positivo”, una frase que quedó y quedará enmarcada en la historia de la política nacional. Cerca de las 5 de la mañana del 17 de julio de 2008, el en ese entonces vicepresidente Julio Cobos desempataba la votación sobre la Resolución 125 en el Senado. Aquella iniciativa, que había sido anunciada meses antes por el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, buscaba aplicar un sistema móvil para las retenciones a las exportaciones de soja, trigo y maíz.
Muchos indican que ese fue el puntapié inicial de la famosa grieta que, hasta hoy, todavía sigue siendo una de las mayores protagonistas de nuestra actualidad. En aquel momento, sería el fin de cuatro meses de intensas protestas en el interior del país, multitudinarias movilizaciones y cortes de ruta de agropecuarios en distintas zonas del país.
El Gobierno de Cristina Kirchner había enviado la polémica propuesta a Diputados, donde fue aprobada, pero la verdadera tensión se vivió en el Senado. En una dramática e histórica sesión, la votación de la Cámara alta empató en 36 y el vicepresidente Julio Cobos tuvo que desempatar. El mendocino optó por la “paz social” y votó a favor del campo con una insólita frase:
“Que la historia me juzgue. Pido perdón si me equivoco. Mi voto no es positivo. Mi voto es en contra”
Aquella resolución tenía como misión generar recursos para garantizar el superávit fiscal de 2008. Ese aumento a las retenciones, junto con aquel incremento de noviembre de 2007, significaban 3.000 millones de dólares más de ingresos para las arcas del Estado Nacional. Finalmente, el Gobierno no lo puedo conseguir y la Resolución 125 es un melancólico recuerdo para la memoria de todos.
Con información de NA
