El presidente de la Corte Suprema confirmó que el nuevo titular del máximo tribunal será elegido antes de fin de mes; defendió a los jueces, en el marco de las críticas que recibe la Justicia, y dijo que hay “elementos del proceso que escapan” a los magistrados.
El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Carlo Rosenkrantz, indicó que el nuevo juez de la corte será elegido “antes de fin mes” y afirmó que “ni los medios ni la política” influirán en la elección.
“Nosotros somos jueces a la altura de nuestras responsabilidades institucionales. Vamos a decidir antes de fin de mes al próximo presidente de la Corte Suprema. No influyen medios ni política en la elección”, dijo a TN.
El magistrado destacó la “pluralidad” de la Corte que le tocó presidir, al señalar que está compuesta por ministros “que vienen de extracciones diferentes, convicciones ideológicas y políticas diferentes, nombrados por distintos presidentes”.
“La Corte que me tocó presidir es muy plural. Somos individuos con ideas relativamente fuertes. En esta Corte supimos consensuar y disentir. Todos nosotros tenemos disidencias y coincidencias con todos los demás. Es un gran logro republicano y un valor que debemos conservar”, manifestó. Y agregó: “Muy temprano la Corte decidió distribuir entre los ministros varias funciones del presidente de la Corte Suprema. Al principio estuve en contra porque quería hacerlo de un modo distinto, pero ahora entiendo que fue un gran activo porque hizo que interactuemos unos con otros. La forma en que tomamos las decisiones en esta Corte garantiza su perdurabilidad”.
Sostuvo que esa es una modalidad de trabajo que llegó para quedarse, porque “muchas cabezas piensan mejor ciertas cuestiones administrativas intrincadas”, y remarcó: “El sistema es mejor que el que rigió antes de mi Presidencia”.
Hizo, en tanto, un balance del trabajo de la Corte que presidió: “Sobrevivimos porque tomamos decisiones de las que estamos jurídicamente convencidos”. Y aseguró que no siente “presiones políticas”. “Tenemos alguna sensibilidad a ciertas manifestaciones que ocurren por fuera de la Corte. Hay una actitud de respeto a la Corte y no ha habido presiones de ningún tipo. Si uno cree que es susceptible de ser presionado, no puede tener este trabajo”, añadió en ese sentido.
Rosenkrantz también fue consultado por las críticas que recibe el sistema judicial e hizo una defensa de los jueces, al afirmar que “hay elementos del proceso que escapan” a los magistrados.
“Cuando vemos los procesos lentos, creemos que es responsabilidad de los jueces. Hay cuestiones procesales que escapan a los jueces, hay elementos del proceso que lo ralentizan como la idea del abogado de recurrir a otras instancias. Los procesos judiciales pueden terminar en errores, por eso hay necesidad de revisiones”, indicó.
Y continuó: “No hay nada peor que un inocente condenado. El modo de mejorar requiere ciertos cambios organizacionales que la Justicia debe encarar. Debe haber cambios en lo procesal pero también en la forma del ejercicio de la profesión”, indicó el presidente de la Corte.
Dijo que en un Estado liberal y democrático “la libertad es la regla y la restricción, la excepción” y comentó que “la idea de la puerta giratoria tiene que ver con la gestión de la prisión preventiva”.
“Esta se usa cuando los acusados pueden entorpecer el proceso. Hay una tendencia de los países a recurrir al punitivismo para resolver la seguridad. La seguridad no se puede hacer al margen de la Constitución y la presunción de inocencia. Las prisiones preventivas no deben ser arbitrarias”, dijo.
Enfatizó que “el que cree que lo juridico y lo político son lo mismo no puede ser juez” y subrayó que “el Poder Judicial y la Corte no pueden ser instituciones política”.
“Nuestra única política posible es el resguardo de la ley”, recalcó.
En otro orden, el magistrado se refirió a la causa por presunto espionaje ilegal en la que fue citado a declarar como testigo por parte de la jueza federal María Servini. “Me llamó a testificar en una causa de supuesto espionaje al Grupo Indalo, Cristóbal López y Fabián de Sousa. Se investiga a funcionarios del Gobierno anterior. Me preguntó sobre si conocía a los imputados, al Grupo Indalo. Me une una relación de amistad con Fabián Rodríguez Simón y Mario Quintana”, contó.