En 2024 se registraron más de 8,2 millones de casos de dengue en América. Mientras, el coronavirus aún continúa circulando. Expertos del Reino Unido, Colombia y Argentina explican los riesgos hoy.
El dengue y la enfermedad COVID-19 son infecciones causadas por virus distintos, aunque a veces sus síntomas se confunden. La primera produce fiebre alta, dolor de cabeza intenso, dolor detrás de los ojos, dolor muscular y en las articulaciones, y sarpullidos. En cambio, el COVID generalmente se presenta con fiebre, escalofríos, dolor de garganta, secreción nasal, y tos.
Ambas infecciones pueden conducir a casos graves y a la muerte. Sin embargo, tanto la trayectoria de la circulación de los patógenos como su letalidad (el número de muertes en relación con la cantidad de casos de infectados) es muy diferente. ¿Cuál es más peligroso?
En 2024, el dengue está otra vez batiendo récords por la cantidad de personas afectadas en América. Ya se han registrado durante los primeros cuatro meses del año 8,2 millones de casos confirmados, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Son más del doble de casos en comparación con el año pasado.
Hubo 3.650 muertos por dengue este año. El 90% ocurrió en el Cono Sur, que integran Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay. En 2023 solo se habían registrado 2.423 fallecimientos.
¿Qué pasa con el COVID hoy?
La trayectoria actual de la curva del coronavirus, que causa una infección respiratoria, es muy distinta a la de 2020 y 2021, cuando el virus se propagó desde China hacia el resto del mundo.
Ya desde mayo del año pasado no rige la declaración de emergencia de salud pública de importancia internacional de la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero como el coronavirus aún circula en todas las regiones del planeta, la situación epidemiológica sigue siendo caracterizada como “pandemia”.
A nivel mundial, el número de nuevos casos de COVID disminuyó un 48% en abril pasado en comparación con el mes anterior, con más de 147.000 casos notificados, de acuerdo con la agencia sanitaria de Naciones Unidas.
Si bien el número de muertes por COVID bajó un 44% en comparación con el mes anterior, hubo más de 2.600 muertes notificadas. Desde fines de 2019, se han notificado más de 775 millones de casos confirmados y más de siete millones de muertes en todo el mundo.
“La situación del dengue en América Latina ha sido muy preocupante este año. El COVID ha tenido baja circulación en comparación con los primeros años de la pandemia”, comentó el presidente de la Sociedad Latinoamericana de Medicina del Viajero, el médico colombiano Alfonso Rodríguez-Morales.
COVID o dengue: ¿cuál es más riesgoso?
En diálogo con Infobae, Annelies Wilder-Smith, profesora honoraria de Enfermedades Infecciosas Emergentes de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, en el Reino Unido, y líder de la Comisión The Lancet sobre el dengue, respondió: “El COVID es más mortal que el dengue para cada infección individual. Sin embargo, los grupos de edad afectados son diferentes”.
Si se consideran las tasas de mortalidad de los pacientes hospitalizados, la tasa de mortalidad para el COVID se sitúa en el 20%, y para el dengue es del 1%, informó.
Pero si se calcula en base a las infecciones sintomáticas, la tasa de letalidad del COVID es del 0,3%, mientras que para el dengue es mucho más baja. En el caso del dengue, se producen entre 30.000 y 50.000 muertes al año, de un total estimado de 100 millones de casos al año.
La prestigiosa experta aclaró que “el COVID mata principalmente a personas mayores, y el dengue mata a niños y ocasionalmente a adultos. Además, el COVID es una enfermedad mundial, mientras que el dengue se limita a los países tropicales y subtropicales, salvo en contadas ocasiones en que el dengue se extiende a climas más templados”.
En la Argentina, este año se ha enfrentado la peor epidemia de dengue. Entre la segunda quincena de marzo y la primera de abril se registró el pico con un promedio de 56.000 casos semanales de personas con la infección transmitida por las picaduras de hembras de mosquitos Aedes aegypti con el virus.
En la temporada 2022/2023 solo hubo 65 muertes en el país. Esta temporada hubo 314 fallecimientos, según el último boletín del Ministerio de Salud de la Nación.
“El dengue no es más peligroso o mortal que en el pasado por cada infección individual. Pero se observan más casos de muertes en cifras absolutas porque el número de casos ha aumentado en el mundo”, señaló Annelies Wilder-Smith.
Para el doctor Tomás Orduna, ex jefe del Servicio de Medicina Tropical y Medicina del Viajero en Hospital de Infecciosas F. J. Muñiz y miembro del comité científico de la Fundación Mundo Sano, “hoy el COVID es más peligroso que el dengue si una persona que no está vacunada contra el coronavirus. La letalidad del COVID es mayor que la del dengue”.
Pero el especialista resaltó que si las personas ya tienen aplicadas las dosis de refuerzo contra el coronavirus, solo sentirán un resfrío leve si quedaran expuestas a la infección por el coronavirus. Eso ocurre gracias a que las vacunas reducen el riesgo de tener cuadros graves.
“Las personas que se aplicaron el esquema inicial de vacunación para COVID en 2021, pero no tienen al día los refuerzos en 2024, corren más riesgo de tener un cuadro grave”, advirtió el doctor Orduna.
El COVID marcó la vida de la humanidad entre 2020 y 2022. Hoy su impacto se ha reducido, aunque hay hospitalizaciones y muertes. La mayoría de los afectados ahora son personas que no tienen al día la vacunación, más allá de que algunos tenían enfermedades previas.
En cuanto al dengue, “en 2020 hubo otra epidemia en la Argentina, pero el COVID fue predominante. En 2024 eso cambió y el dengue tuvo mayor impacto desde el punto de vista epidemiológico”, dijo.
“Ya estamos en otoño 2024 y con bajas temperaturas. El riesgo de transmisión de dengue fue bajando en la Argentina, pero la enfermedad va camino a la endemicidad”, señaló el investigador del Conicet y epidemiólogo Pablo Orellano.
“La estación de alta incidencia de todos los virus respiratorios, incluido el coronavirus, está empezando en el hemisferio sur. Por eso, hoy la preocupación debería ser mayor sobre los virus respiratorios, pero eso no significa que no haya que ocuparse del dengue”, remarcó Orellano.
“El impacto sanitario del COVID en 2020 no se puede comparar con nada conocido en cuanto a enfermedades infecciosas en nuestra historia reciente -afirmó el investigador-. Ese año también hubo algunos brotes de dengue, pero nada comparable a la pandemia del COVID. En ese sentido, fue algo incomparable, pero que es difícil que se vuelva a repetir de la misma manera. En cambio, el dengue viene siendo un problema cada vez más grave desde hace décadas, y exceptuando por la esperanza de las vacunas, en general la tendencia es a empeorar”.
Cuál es el rol de la vacunación
En la Argentina, la vacunación para COVID es gratuita desde diciembre de 2020 y según los criterios de riesgo leve, intermedio o alto. Días atrás, se conoció que la Comisión Nacional de Inmunización (CoNaIn) recomendó la incorporación de la vacuna COVID-19 al calendario nacional de vacunación a la población en riesgo “con el objetivo de disminuir complicaciones y muerte”.
En cuanto al dengue, la cartera de Salud nacional informó que a partir de agosto próximo se implementará la inmunización en vacunatorios públicos en las zonas endémicas del Nordeste y el Noroeste para jóvenes de 15 a 19 años. Este año ya algunas provincias como Misiones, Salta, Tucumán y Corrientes habían adquirido dosis y habilitado la vacunación contra dengue en algunos grupos etarios en centros públicos.