Por qué los políticos no pudieron sacar rédito del triunfo de la Selección

Por qué los políticos no pudieron sacar rédito del triunfo de la Selección

El análisis de Marcos Novaro y Juan Ignacio Provendola sobre porque la política se quedó afuera de la mayor movilización popular de la historia argentina.

Análisis LPO

El triunfo de la Selección revolucionó a la Argentina. Los masivos festejos en todo el país instalaron un clima de algarabía en medio de la crisis. El Gobierno intentó llevar los festejos a Plaza de Mayo y fracasó. La oposición sólo pudo celebrar que no se haya “utilizado políticamente” el triunfo, pero no parece haber logrado mayor atención.

“Es muy remota la posibilidad de que alguien capitalice esto: todos están muy desprestigiados. El que quiera subirse a la ola va a quedar muy en evidencia”, le dijo a LPO el sociólogo y filósofo Marcos Novaro.

Novaro ve dos opciones: “Una es que los festejos duren lo que duran las fiestas y después tengamos un verano caliente, política y socialmente convulsionado. La otra es que el triunfo y el sentido de pertenencia que generó el equipo provoque un cambio más profundo”.

“Hay bronca, pero sobre todo mucho hartazgo: la gente está muy cansada del quilombo y de las cosas salgan siempre mal, por algo la gente se agarra tanto de este Mundial. La sociedad, en este contexto de representación política, elige las cosas por su cuenta”, agregó.

El periodista y analista Juan Ignacio Provendola opinó en el mismo sentido. “Rotundamente ningún espacio político va a poder capitalizarlo. Esa es la explicación de por qué la representación se vuelve tan pregnante y expansiva: no hay ninguna representación político partidaria ni institucional”, explicó.

Provendola, autor de Operativo Tilcara 86 sobre el entrenamiento del equipo de Bilardo en la puna jujeña, marcó diferencias sobre el momento que atravesaba el país cuando llegó a la final de 2014. “A diferencia de las otras ocasiones, esta es una final contemporánea a un gobierno muy desacreditado y a una dirigencia política muy desacreditada”, dijo.

El triunfo parecía la oportunidad de Alberto Fernández para fortalecer su Gobierno, pero no pudo ser. Para explicar por qué la política no pudo sacar rédito del triunfo en Qatar, Novaro puso el acento en el plantel.

“En la selección se muestran apolíticos. Hacen un culto de la discreción, de la familia, de la profesionalidad, de no participar ni de la farándula ni de la política”, señaló.

“Scaloni en la conferencia después de Croacia dijo algo así como ‘no quiero parecer un político’. El político es versero, está asociado con lo que la gente no quiere ser. El plantel tiene la tradición pekermaniana, de trabajar calladitos. Dieron muestras de no querer ser utilizados políticamente, dijeron que iban al Obelisco y no a la Rosada. También lo habían hecho con la Copa América y Hebe de Bonafini, no sé para qué el Gobierno insiste tontamente, no quieren saber nada con eso”, comentó Novaro.

“Si Alberto no fue a ver la final, que es algo muy común entre los jefes de Estado, es porque decidieron hacer control de daños y para prevenir algún evento difícil”, completó Provendola.