Massa hizo de la mentira una militancia

Massa hizo de la mentira una militancia

El extraño caso de una persona que se ocupó sistemáticamente de rifar su propia palabra.

Sergio Massa, presidente de la Cámara de Diputados de la nación.

Muchas veces hemos puesto sobre la mesa el significado de la palabra. La palabra es el eje que transforma o destruye. Obviamente seguida por las acciones que convalidan el uso de la palabra empleada.

Es maravilloso cuando una persona que se presenta como líder efectivamente conecta con sus actos eso que dice.

Les voy a presentar el extraño caso de una persona que se ocupó sistemáticamente de rifar su propia palabra. El tipo trabajó y trabaja para que todos los argentinos no tengamos dudas de que sostiene todo, menos su palabra.

En política la palabra es el principal elemento. Este no sería el caso. Se llama: Sergio Tomas Massa. Esta persona hoy dirige la Cámara de Diputados de la nación. Es la encargada de consensuar y de hacer que las leyes se aprueben.

Ahora está con la idea de armar una Moncloita, una suerte de pacto de La Moncloa con los opositores, porque según Sergio “necesitamos acuerdos”.

Sergio Massa lleva adelante una tarea difícil. Sus padres políticos están pasando por un mal momento. En la mañana del sábado estuvo con papá y a la tarde con mamá. Tiene que buscar equilibrio, ¿no?

Sergio es el mismo que en 2013 dijo que nunca más volvería al kirchernismo. 

El mimo que dijo que iba a barrer con los ñoquis de La Cámpora, aquella tarde noche en cancha de Vélez en 2015. No solo que nos los barrió, si no que se puso una fábrica de pastas. 

Sergio que en 2017 dijo que con el kirchnerismo no voy ni a la esquina, porque van a las elecciones en busca de fueros.

El mismo que en marzo de 2019 había dicho que “Cristina no es opción” y no pudo sostener su palabra en dos meses.

Massa no tiene autoridad moral para fingir moderación  y proponer diálogo después de lo que usted acaba de escuchar. Massa hizo de la mentira una militancia. De no ir ni hasta a la esquina con Cristina a poco menos su guardaespaldas.

Hoy Sergio Massa es más Cristinista que Cristina. Nadie se olvida, solo el mismo, que se ofreció como un defensor de la racionalidad y propuso una alternativa por fuera de Cristina y Mauricio.

De eso pasó a reformatear su perfil y quedó como la persona que vendió su palabra. Que despojó su dignidad y ahora nos quiere vender el papel de actor conciliador, dialoguista y transformador de las cosas.

Tanto rifó su credibilidad que ni los propios le creen y le piden aprobación en público de manera constante, porque no terminan de confiar en su palabra. Y hacen muy bien. La palabra de Sergio está hecha pelota. Jugar a tantas puntas, no conviene.

En tiempos de Masterchef, el panqueque es una torta plana, redonda y salada o dulce. Son fáciles y rápidos de hacer.

Dicen que a Sergio le encanta el panqueque.