Engrosarán este lunes las reservas del BCRA, pero en menos de un mes se destinarán para pagar un vencimiento de deuda de US$ 1.884 millones con el organismo internacional.
Argentina recibirá este lunes los US$ 4.355 millones que enviará el Fondo Monetario Internacional en concepto de Derechos Especiales de Giro (DEGs). Con ese dinero, el Banco Central incrementará sus reservas y contará eventualmente con los fondos necesarios para cumplir con el pago de compromisos en dólares con los organismos internacionales para lo que resta del año en curso, en caso de no alcanzar antes un acuerdo con el FMI para reprogramar los vencimientos del préstamo por US$ 44 mil millones contraídos durante la administración de Mauricio Macri. Ese alivio en las arcas sería transitorio, ya que el primer pago al Fondo, por US$ 1.884 millones, deberá efectuarse en septiembre.
Por la cuota del 0,67% de participación de Argentina en el FMI, se recibirán US$ 4.355 millones. Los fondos pueden transformarse en reservas internacionales o cambiar su composición, convirtiéndose en monedas de libre uso. El 22 de diciembre, el Gobierno tendría que afrontar otro vencimiento por US$ 1.884 millones adicionales, en caso de no cerrar antes un acuerdo con el organismo internacional.
Tras el aval de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, los DEGs se utilizarían para cubrir esos dos pagos de capital. Por lo pronto, los DEGs se depositarán este lunes 23 en el Banco Central, que cerraron la semana con US$ 42.048 millones de reservas internacionales.
Reparto. De los US$ 650 mil millones que el FMI distribuirá, más de US$ 400 mil se destinarán a países desarrollados, debido a su mayores cuotas dentro del propio organismo. El gobierno de Alberto Fernández reclama que los DEGs sean redistribuidos entre los países vulnerables y de ingresos medios, que recibirán apenas US$ 275 mil millones. El Fondo tiene previsto retomar ese debate a partir de la próxima semana.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, cuestiona que los países que recibirán más liquidez son aquellos que menos lo necesitan. Según su mirada, este criterio no contribuye a reducir las desigualdades, profundizadas durante la pandemia, sino que acentúa las asimetrías entre los países.
Según el FMI, los Derechos Especiales de Giro son un activo, aunque no dinero en el sentido clásico porque no se pueden usar para comprar cosas. Su valor se basa en una canasta de las cinco principales monedas del mundo ( dólar, euro, yuan, yen y libra esterlina), donde el dólar y el euro tienen la mayor participación.
Fuente: Perfil