Los comerciantes sostienen que los atados representan el 50% de las ventas. La industria despacha los últimos camiones con producto disponible.
La industria tabacalera es una de las tantas que entró en parate total con la cuarentena con la que el Gobierno busca frenar el contagio de coronavirus. Las consecuencias se ven en los kioscos: el stock de cigarrillos se termina y los comercios no pueden reponerlo.
Según se supo de fuentes de la industria, las principales fabricantes de cigarrillos enviarán esta semana los camiones con el último stock que tienen disponible para comercializar. La producción está frenada desde el 20 de marzo.
En un comunicado, la Unión de Kiosqueros (UKRA) advirtió que los comercios de cercanía se quedan sin cigarrillos.
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“Notamos con preocupación el faltante de productos esenciales para nuestros comercios, en particular, la creciente restricción en el abastecimiento de cigarrillos”, indicó la cámara. “Esto atenta, no sólo contra el objetivo deseado de aislamiento social, porque unos 8 millones de fumadores circulan por distintos kioscos en busca del producto, sino que, adicionalmente, y desde un punto de vista económico, esta escasez perjudica el buen funcionamiento de todos los comercios de cercanía”, agregó.
La cámara advirtió que los cigarrillos son “fundamentales” para los 100.000 kioscos del país, ya que representa el 50 por ciento de las ventas.
“De prolongarse esta situación, se profundizará el desabastecimiento del producto y, sin dudas, muchos negocios se verán forzados a cerrar”, indicaron los kiosqueros.