En un fuerte descargo realizado ante empresarios en Israel, el Presidente se refirió a la votación frustrada en Diputados. Dijo que los gobernadores quisieron sabotearlo, adelantó que Sturzenegger trabaja en más DNU y sugirió que esperará al 2025 para impulsar reformas en un nuevo congreso.
Javier Milei anoche durmió tres horas. Y el resto del tiempo lo usó para procesar los acontecimientos políticos que desembocaron en la caída de la sesión que debió haber aprobado la denominada Ley Ómnibus. El presidente estaba de pésimo humor y sintió que había sido blanco de una oscura traición palaciega.
Milei aplicó una lógica binaria en el análisis político que hizo esta madrugada en Jerusalén, y no tuvo reparos en compartir su mirada descarnada con veinte empresarios que fueron citados por la organización Fuente Latina a un salón del subsuelo del histórico hotel King David.
La canciller Diana Mondino, la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y el futuro embajador en Israel, Axel Wahnish, escucharon su catarsis política en primera fila. Una inesperada catarsis que fue aplaudida por los empresarios locales y que estuvo dirigida a ciertos gobernadores y diputados de la oposición.
“Es un día bastante interesante para hablar de Argentina porque ayer en la sesión de la Cámara de diputados la casta política, como nosotros llamamos a ese conjunto de delincuentes que quieren una Argentina peor porque no están dispuestos a ceder sus privilegios, empezaron a descuartizar nuestra ley”, inició la charla Milei ante los empresarios.
Y agregó: “El motivo por el cual ayer fue saboteado el proyecto es porque las partidas discrecionales a las provincias cayeron en un 98%, lo cual explica la traición de los gobernadores, que te dicen que quieren el cambio siempre y cuando lo suyo no se toque”.
El discurso de Milei impactó entre los invitados. Y el Presidente aprovechó el silencio de la audiencia para avanzar en una crítica que -hasta ese momento- sólo había explicitado a su círculo más cerrado.
“Los que votan en contra de estas reformas se llenan la boca hablando de los pobres y de la ayuda a los pobres, por eso digo que los progresistas de izquierda hablan tanto de los pobres que lo único que hacen es multiplicarlos, es como el rey Midas, pero al revés: el rey Midas todo lo que tocaba lo hacía oro, todo lo que toca un zurdo lo convierte en pobreza”, dijo el jefe de Estado.
A continuación, Milei describió la actual situación social y económica de la Argentina, que heredó del gobierno que compartieron -durante cuatro años- Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner. “Se ha dicho que tenemos el país más rico del mundo y tenemos cerca del sesenta por ciento de pobres y dos de cada tres chicos encuentran en situación de pobreza. Es una situación verdaderamente muy complicada”, sostuvo el Presidente.
Y añadió: “Argentina verdaderamente estaba camino hacia una hiperinflación y en función de esto decidimos implementar una iniciativa de ajuste ortodoxo duro. El programa de estabilización, como todos, tiene tres partes, la fiscal, que consta de un déficit cero, lo llamamos motosierra y licuadora, por la cantidad de recorte. Y la realidad es que tenemos un problema de manta corta: no hay para todos”.
Antes de las preguntas de los empresarios, el presidente adelantó que postearía en las redes sociales los nombres de los legisladores que apoyaron y rechazaron la Ley Ómnibus. Fue una de las decisiones que asumió en la madrugada, cuando pensaba cómo responder ante la caída de la sesión convocada para tratar su proyecto de Reforma del Estado.