El Presidente reiteró su postura sobre los dirigentes kirchneristas detenidos. “Hay que decirles a los compañeros que no sean tontos. Lo que quieren es hacernos pelear entre nosotros, dividirnos”.
La primera interna que se abrió dentro del Frente de Todos, no tuvo que ver con la deuda externa ni la situación económica, sino con los dirigentes kirchneristas que se encuentran detenidos, la mayoría, por causas vinculadas a hechos de corrupción.
Este lunes, el presidente Alberto Fernández se mostró molesto por esa polémica, defendió su posición y recordó que durante los últimos cuatro años cuestionó “las detenciones arbitrarias que la Justicia impulsaba”.
“El preso político, técnicamente, es el preso que está a disposición del Poder Ejecutivo, es el preso sin causa. Y yo no tengo a nadie a disposición del Poder Ejecutivo. Y obviamente que me molesta que digan que tengo presos políticos, porque no los tengo“, aseveró.
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El mandatario recordó que visitó a Milagro Sala en Jujuy, “cuando todos los que hoy ponen el grito en el cielo, callaban. Y dije que estaba soportando una condición indebida por su condición política”.
“Dije mil veces que los procesos estaban viciados por sus formas y que siempre eso recaía sobre procesos que afectaban a opositores del Gobierno de Macri. Le he puesto nombre y apellido a los jueces que con sus doctrinas jurisprudenciales de algún modo han institucionalizado una doctrina muy penosa para la argentina que permite el encarcelamiento preventivo de un modo desmedido sin que exista sentencia definitiva. Me he cansado de decirlo. A veces en soledad, qué parte no entienden”, apuntó.
Visiblemente molesto, Fernández también afirmó que se cansó “de decir que en el caso puntual de Cristina, estaba haciendo sometida a un montón de arbitrariedades en los procesos por su condición de opositora“.
“Hay que decirles a los compañeros que no seamos tontos, que nos están haciendo discutir un tema en el que no estamos en desacuerdo. Nos quieren dividir y no estamos divididos. Seamos prudentes, porque en el exterior pueden pensar que nuestro Gobierno está deteniendo gente sin causa”, añadió.
En los últimos días, las diferencias en torno a la situación de los dirigentes kirchneristas que enfrentan causas judiciales quedó en evidencia luego de declaraciones del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. Incluso hasta la ministra de Mujer y Género, Elizabeth Gómez Alcorta, planteó sus discrepancias públicas al afirmar que “Milagro Sala es una presa política”.
“Antes de que Alberto (Fernández) sea Presidente, habíamos planteado que la categoría de presos políticos no cabía en la Argentina, sino que lo que existía eran detenciones arbitrarias y había una lógica de persecución y de lawfare funcionando en el país “, sostuvo Cafiero el jueves.
También el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, se manifestó en ese mismo sentido: “Si hay políticos y se usa la Justicia para ponerlos presos, lo correcto es llamarlos presos políticos. Políticos presos con prisiones preventivas, arrepentidos truchos”.