Es la menor cifra de muertes desde el 24 de marzo. Además redujo drásticamente los nuevos contagios.
El gobierno de España informó su balance diario de coronavirus más bajo en varias semanas, con 637 muertes (el menor aumento desde el 24 de marzo) y 4.273 contagios nuevos, un incremento de apenas 3,2% con respecto a la víspera.
El total desde el inicio de la pandemia llegó a 13.055 víctimas fatales y 135.032 casos. Se trata del cuarto día consecutivo de descenso de muertes, y la segunda jornada seguida en que el avance de contagios se mantiene por debajo del 5 por ciento: este lunes fue de 3,3%, mientras que en la víspera se registró un aumento de 4,8% de casos.
Es posible que la ralentización se deba a un menor alcance de los tests de diagnóstico durante el fin de semana, teniendo en cuenta que el pico de la semana pasada se produjo un martes. No obstante, las cifras también muestran una reducción del número diario de ingresos a las Unidades de Cuidado Intensivo.
En la actualidad hay 6.931 pacientes en las UCI y 40.437 personas ya se han curado de la enfermedad, lo que supone 2.357 en las últimas 24 horas.
La Comunidad de Madrid continúa como la más afectada del país, con 38.723 afectados y 5.136 muertos, seguida de Cataluña con 26.824 personas infectadas por el coronavirus y 2.760 fallecidas por esta causa.
“La tasa de crecimiento de la pandemia está disminuyendo en prácticamente todas las comunidades. El número reproductivo básico, que indica los casos secundarios que se producen a partir de cada confirmado, claramente baja”, destacó María José Sierra, vocera del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias.
Tras una semana fatídica, en la que se alcanzaron las 950 muertes diarias el 2 de abril, las estrictas medidas de confinamiento, que se prolongarán hasta el 25 de abril, parecen dar sus frutos y las autoridades se plantean una flexibilización progresiva de las restricciones. Según cifras de la Guardia Civil, en 22 días de controles se han interpuesto 99.981 denuncias y se detuvo a 407 personas.
Mientras los ciudadanos asumen con resignación pasar en casa los festejos de Semana Santa, las autoridades sanitarias insisten en las medidas para que el fin del confinamiento no conlleve el descontrol de la epidemia.