Javier Milei movilizó a su tropa propia y se recostó en su núcleo duro de votantes justo cuando su imagen y la del Gobierno empiezan a sufrir los estertores de 10 meses de gestión y de una depresión profunda que se tradujo en el índice de pobreza más alto de los últimos 20 años.
Para eso sirvió el acto de La Libertad Avanza en el anfiteatro de Parque Lezama donde San Telmo se confunde con La Boca y el mismo lugar donde Milei escribió los primeros capítulos de su campaña política en 2021 y de la presidencial dos años después. El Presidente, en su acto, volvió a insultar al periodismo y a los encuestadores que le dan una baja de su imagen y también hizo una fuerte reivindicación de su gestión.
La convocatoria puso en el centro de la escena a Karina Milei, la autoridad máxima del flamante partido nacional del oficialismo, que dio un paso adelante y brindó un discurso político por primera vez.
Milei habló durante más de una hora, describió con tono épico su camino a la presidencia en contra, según su relato, de “la casta” y del periodismo, principal blanco de su diatriba. “Les cerramos el orto. Mi reconocimiento a todos estos militantes que nada tienen de trolls. Son todos de carne y hueso, soretes, periodistas ensobrados”, bramó el jefe de Estado. La gente acompañó con más insultos. “Hijos de puta”, gritaron. “Esto es lo que siente la gente por ustedes”, dijo Milei.
El jefe de Estado cargó contra los encuestadores y dirigentes opositores, a los que acusó de minimizarlo, y saludó desde el estrado al ministro de Economía Luis Caputo, al que volvió a definir, como el “mejor de la historia”. El resto del Gabinete también presenció el acto desde primera fila.
Milei reconoció a Patricia Bullrich en 4 oportunidades, por apoyarlo antes del balotaje y por su gestión. La ministra de Seguridad, que es una de las principales cartas electorales del oficialismo en la Ciudad de cara a 2025, fue vitoreada por la militancia. Sandra Pettovello, Guillermo Francos y Federico Sturzenegger también fueron aplaudidos.
El mandatario prometió que a los nuevos traidores que puedan surgir en el oficialismo “volverá a tragárselos la tierra”, como ocurrió en la mitad de la campaña.
Dos días despues de que el INDEC informara que el 52,9 por ciento de los argentinos son pobres, Milei aludió a la indignación opositora. “Los kukas dejaron de medir la pobreza porque estimatizaba y después vienen a hablar de pobreza”, dijo. Celebró que en el segundo trimestre la pobreza bajó de 55% a 51% y que los salarios formales le ganaron a la inflación en los últimos 3 meses y señaló que las jubilaciones en dólares se triplicaron.
Milei defendió el rumbo de la gestión -sobre todo de la económica- destacó la baja de la inflación. Prometió eliminar el Impuesto País, que en rigor se extinguirá por ley en 2025. Uno a uno fue nombrado a casi todos sus ministros.
Se refirió, además, a la supuesta baja en las encuestas. “A este proyecto lo bancan 14 millones de argentinos. Se dio lo que se tenía que dar: Dios, Patria, familia”, gritó.
Les regaló a sus seguidores todos sus eslóganes de campaña. “Afuera”, “sindigarcas” y “degenerados fiscales”, y “empobrecedores seriales”, “econochantas” y “mandriles”, repitió. El tono de la campaña permanente se impone en la retórica presidencial. El público pidió que Cristina Kirchner fuera presa.
“Enfrente tenemos el partido de la casta. Por eso he encomendado a mi hermana, el verdadero jefe que levante la antorcha de la Libertad creando LLA en todo el país”, gritó en tono proselitista de cara a las elecciones intermedias. “De acá para adelante solo vamos a tener buenas noticias y en 2025 vamos a dar un batacazo electoral”, prometió antes de despedir a la militancia abrazado a su hermana.