El ránking establece que el peso argentino se devaluó 77,89%, más allá de la corrección del tipo de cambio realizada por Luis Caputo.
El peso argentino cierra el año como la segunda moneda más devaluada del mundo. Un ranking que lideraba incluso antes de la devaluación anunciada el martes pasado, cuando el tipo de cambio oficial se fijó en $800, una depreciación de 54% en un solo día. Fue una medida que buscó compensar los atrasos de los últimos cuatro años para que la cotización mayorista se vuelva más atractiva a los ojos de los exportadores y así empezar a recibir dólares para engrosar las reservas del Banco Central (BCRA).
Entre copas de champán y pan dulce, el 30 de diciembre de 2022 el tipo de cambio oficial mayorista terminó el año con un valor de $177,16. Casi un año más tarde, esta cotización se ubicó en los $801,10 al cierre del viernes. Con dos correcciones cambiarias de por medio (una en agosto y otra esta semana), subió $623,94 en los últimos 12 meses, equivalente a un salto del 352,2%. O, visto de otra manera, una devaluación frente al dólar del 77,89%.
Es una situación que pocos países del mundo comparten. En el ranking elaborado por el monitor financiero de Bloomberg, únicamente se encontró por encima del peso argentino la libra libanesa, que se devaluó un 89,89%. Otros casos similares fueron la naira nigeriana (-42,57%), el kwanza angoleño (-39,05%), la kwacha malauí (-39%) y la lira turca (-35,51%).