Desde ANSeS manifestaron que el porcentaje no se aplicaría directamente a cada categoría, sino que sería diferente para acortar la brecha.
En el mes de marzo los jubilados tendrán su primer aumento del año bajo la gestión de Alberto Fernandez y con un nuevo cronograma, que busca acortar la distancia entre los que menos perciben y lo que más perciben, por lo que el aumento se reflejará a través de un cálculo promedio de 11,56%.
Este valor, que deberá ser aprobado antes del 10 de febrero, implica que se desembolsarán 18.000 millones de pesos, y de acuerdo con las diferentes escalas de haberes, se estima que 4,5 millones de jubilados y pensionados recibirían el promedio establecido o más, con lo que recortarían la pérdida sufrida en los últimos cuatro años.
Por un lado, se explicó que si el monto del costo fiscal se distribuyera como una suma fija entre los 7,3 millones de beneficiarios, resultaría un incremento de $2.465 por persona, lo que será mayor dependiendo de la categoría en la que se encuentre. Por ejemplo, para el haber mínimo, de $14.068 representaría un incremento del 17,5% y para los que perciben $20.000, de 12,3%.
La línea de corte del 11,56% serían los $21.323 y, por encima de ese valor, el aumento sería inferior al promedio. En un haber de $25.000, la suba sería del 9,9%, en el de $40.000, del 6,2% y seguiría descendiendo hasta representar sólo el 2,4% para los que cobran el haber máximo de $103.064.
El cambio de esa formula significó entre septiembre de 2017 y diciembre de 2019 una pérdida del 19,5% a todos los jubilados y pensionados con relación a la inflación. Ahora, se buscará recuperar ese valor y a partir de los meses siguientes se evaluarán asignaciones familiares y AUH.