El ministro Claudio Moroni dio detalles sobre el “incremento solidario” que será a cuenta de futuros aumentos y no ingresa al básico.
El Gobierno tomó otra medida para intentar reactivar el consumo e inyectarle dinero al bolsillo de los argentinos, decretando un aumento de sueldo tanto para empleados del sector privado como para los estatales.
La suba será inferior a la esperada: $3.000 en el sueldo de enero (se cobrará en febrero) y de $ 1.000 más en el de febrero (a pagarse en marzo), a cuenta de paritarias y remunerativa. Así lo confirmaron este viernes por la tarde el ministro de Trabajo, Claudio Moroni.
“Este es un incremento real de entre el 7 y el 20% en los salarios, siempre hablando de las categorías más bajas, que fueron nuestro principal objetivo”, explicó Moroni. “En principio es solamente para el sector privado. Como el sector público demanda más papeleo, para ellos se presentará el mismo plan la semana que viene”.
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El presidente Alberto Fernández presentó el decreto como un “piso” garantizado, pero la suma -la mitad de lo que había trascendido-, refleja la resistencia mostrada por las empresas a pagarla en un escenario recesivo.
Desde la Casa Rosada señalaron que el monto pretende ser un “marco de referencia”, que de ninguna manera implica un tope para que luego se negocie en cada sector.
“Rubro independiente”
El aumento será absorbido por las futuras negociaciones paritarias y no deberá ser tenido en cuenta para el cálculo de ningún adicional salarial previsto en el convenio colectivo o en el contrato individual de trabajo.
Asimismo, el aumento deberá consignarse en el recibo de haberes, como un rubro independiente denominado “incremento solidario”, es decir que no va al sueldo básico.
El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, resaltó que el objetivo de esta medida es “recomponer el bolsillo de los argentinos” y rechazó que se trate de un bono, al explicar que se negoció una suma fija a cuenta que “haga subir los salarios de los que están más abajo”.