La sesión, que comenzará este martes a las 11, ya genera diferencias entre oficialismo y oposición, que amenaza con no dar quórum. La última sesión presencial en la Cámara Baja fue el 27 de febrero de 2020.
El próximo martes, en lo que será el regreso a la presencialidad plena de la Cámara de Diputados, se buscará convertir en ley el proyecto de etiquetado frontal, el cual tiene como objetivo advertir sobre los excesos de grasas, sodio y azúcar en los productos alimenticios.
Con media sanción por parte del Senado, el proyecto prevé la incorporación en el frente de los productos ultraprocesados de una etiqueta con forma de octógono negro y letras blancas que advierta el exceso de nutrientes críticos para la salud, como azúcares, sodio, grasas saturadas, grasas totales y calorías.
Si bien la sesión fue convocada para el martes para darle tiempo a los diputados de las provincias de viajar a Buenos Aires y de realizarse el hisopado correspondiente que exige el protocolo para participar en ella de manera presencial, no hay certeza de que todos los bloques políticos asistirán, por lo que se corre el riesgo de que la misma no se realice.
Se tratará de la primera sesión presencial de la Cámara baja, después de más de un año y medio, después del plenario del 27 de febrero de 2020, cuando se trató el tema de las jubilaciones de privilegio de los magistrados, tras lo cual la cámara funcionó de manera mixta, es decir de forma virtual y presencial.
También será la primera sesión parlamentaria desde inicios de julio, antes del comienzo de la campaña para las PASO. De hecho, solo hubo siete sesiones en Diputados en lo que va del actual período de sesiones ordinarias, un bajo número como suele ser usual en años electorales.
