El principal interbloque de la oposición consideró que la sesión era inválida, porque el protocolo de funcionamiento remoto se extendió por mayoría y no por consenso
En un clima de fuerte tensión en el recinto de la Cámara de Diputados, en medio de los abucheos y silbidos de los diputados de Juntos por el Cambio, el oficialismo y el resto de los bloques parlamentarios dieron por aprobado anoche en una sesión virtual la prórroga, por otros 30 días, del protocolo que habilita la continuidad del sistema telemático del cuerpo, sin límites en los proyectos a discutir. Con esta prórroga, el Frente de Todos podrá abordar, durante el próximo mes y de manera remota, la discusión del proyecto de reforma judicial, resistido por Juntos por el Cambio.
“No podemos detener el Congreso, no podemos detener las instituciones”, enfatizó el presidente de la Cámara baja, Sergio Massa, quien responsabilizó a Juntos por el Cambio de pretender condicionar la agenda parlamentaria. El principal bloque opositor rechazó la avanzada oficialista e impugnó la sesión por considerarla inválida. Advirtió que el protocolo de sesiones virtuales está vencido desde el 4 del mes pasado y, por lo tanto, todos los debates en el recinto deben celebrarse de manera presencial. Argumentó, además, que el protocolo, para ser prorrogado, requiere el apoyo unánime de los bloques y esa condición, sin su aval, no está dada.
El artículo 14 del Reglamento de Diputados establece que sólo en casos de “fuerza mayor” la Cámara se puede constituir fuera de la sala de sesiones. Juntos por el Cambio sostiene que la decisión debe tomarse por unanimidad. El oficialismo considera que alcanza con la mayoría. Ahí reside la discusión reglamentaria.
“Vamos a impugnar la sesión y agotaremos todas las instancias, incluidas judiciales, porque consideramos que nos asiste la razón, no es un capricho. Lamentamos que el orden de prioridades sea únicamente el que el oficialismo quiere, eso no es consenso”, enfatizó el presidente del interbloque de Juntos por el Cambio, Mario Negri.
Para dar su apoyo, Juntos por el Cambio exigía que se excluyan de las sesiones virtuales dos temas por demás conflictivos: la reforma judicial, que obtuvo media sanción la semana pasada en el Senado, y el proyecto sobre la nueva fórmula de movilidad jubilatoria que regirá a partir de diciembre, el cual se presentará en las próximas semanas.
“Tenemos un mandato claro de la sociedad: temas como la reforma judicial necesitan que estemos presentes, que nos miremos a la cara y que demos testimonio a la sociedad de lo que queremos hacer. Lo mismo con la movilidad jubilatoria. Queremos que se debata de cara a la sociedad”, insistió Cristian Ritondo, jefe del bloque Pro. “Lo que está haciendo el oficialismo al pretender hacer funcionar al Congreso de manera irregular constituye un acto de fuerza violatorio del orden democrático y constitucional”, enfatizó Maximiliano Ferraro, de la Coalición Cívica. Su jefa política, Elisa Carrió, fue más allá. “Massa es un oportunista y un golpista, se merece una denuncia penal por traición a la Patria”, escribió en Twitter.
El oficialismo rechazó las demandas del principal bloque opositor.”Se les ha ofrecido a aquellos bloques políticos que quisieran participar de manera presencial hacerlo, sin la necesidad de obligar a los demás”, explicó Massa en conferencia de prensa. “Pero (los jefes de Juntos por el Cambio) aducían que todos los bloques estén presentes. Se ofreció la posibilidad de mudar el Parlamento, pero siempre respetando la voluntad de diputados y diputadas que, por enfermedades o por dificultades para viajar o cumplir con la cuarentena, pudieran hacerlo de manera remota. Desgraciadamente tampoco fue aceptado. Pareciera que la idea es ‘o sesionamos de la manera que yo quiero’ o no sesionamos”, completó.
Las negociaciones demandaron más de siete horas de discusión de los jefes de todos los bloques reunidos en la Comisión de Labor Parlamentaria.
No hubo fumata blanca. De inmediato, unos 90 diputados de Juntos por el Cambio, recién llegados de sus provincias, bajaron al recinto a ocupar sus bancas para plantear la impugnación a la sesión virtual a la que había convocado el Frente de Todos.
Tensiones e incidentes
Cerca de las 17, mientras puertas adentro crecía la tensión, un grupo de manifestantes intentó ingresar al Palacio del Congreso y hubo forcejeos y empujones con agentes de seguridad.
“No hay quórum legal para sesionar. El único quórum que admite el reglamento es el presencial. La única forma de aprobar la prórroga del protocolo del funcionamiento telemático es por consenso. La Real Academia española establece claramente que el consenso es el acuerdo de todas las partes. Lo mismo sucede con todos los instrumentos jurídicos y normativos, como el tratado de Asunción, o el Estatuto del Consejo Permanente de la OEA. ¿Qué quieren reinterpretar?”, planteó el diputado Gustavo Menna.
“La continuidad del protocolo cuenta con la amplia mayoría de los bloques parlamentarios; los únicos que no firmaron el acta fueron los presidentes de bloque de Juntos por el Cambio. La pandemia no solo no retrocedió, sino que empeoró. Por eso no podemos paralizar el Congreso e imponer sesiones presenciales a los diputados que no pueden participar por el ‘caprichismo’ de algunos”, respondió Cecilia Moreau, vicejefa del bloque del Frente de Todos.
División en la oposición
La extensísima reunión de Labor Parlamentaria, que a lo largo de sus casi ocho horas incluyó dos cuartos intermedios, contó con la participación de Massa, escoltado por Máximo Kirchner, jefe de bloque del Frente de Todos, y las diputadas Moreau y Cristina Álvarez Rodríguez.
El interbloque de Juntos por el Cambio estuvo representado por sus jefes de bloque, Negri (UCR), Ritondo (Pro) y Ferraro (Coalición Cívica), además de los secretarios parlamentarios del interbloque, Silvia Lospennato (Pro), Brenda Austin (UCR) y Juan López (Coalición Cívica). También dieron su presente los diputados Alfredo Cornejo (UCR) y Álvaro González (Pro).
En el encuentro participaron, además, los jefes de los restantes bloques de la oposición: Eduardo “Bali” Bucca, del interbloque Federal; José Luis Ramón, del interbloque Unidad y Equidad para el Desarrollo, y los diputados de izquierda Romina del Plá y Nicolás del Caño. De manera remota participan Alma Sapag (Movimiento Popular Neuquino) y Carlos Gutiérrez (Córdoba Federal).
Todos estos jefes de bloque ratificaron, en el recinto, la voluntad de continuar con las sesiones virtuales. Sin embargo, se produjo una ruptura en el interbloque Federal que preside Bucca: los tres diputados de Consenso Federal, Graciela Camaño, Alejandro “Topo” Rodríguez” y Jorge Sarghini, decidieron no participar de la sesión, al igual que los diputados Luis Contigiani (Frente Cívico y Social) y Enrique Estévez (socialismo).
“No nos va a llevar Massa a patadas en el traste ni nos vamos a dejar arrastrar por los extremistas de Cambiemos”, sostuvo Rodríguez, cercano a Roberto Lavagna.
Con el argumento de que la mayoría de los bloques estaban de acuerdo en prorrogar el protocolo, el oficialismo avanzó con la sesión para abordar dos iniciativas: aquella que establece multas para la pesca ilegal y el proyecto, con media sanción del Senado, que dispone medidas de asistencia al sector del turismo.