Mariela Costen era madre de dos hijas. Fue baleada por dos delincuentes en moto el sábado por la madrugada. Falleció el lunes, tras dos días de agonía.
Mariela Costen (44) salió a festejar el Día del Amigo y nunca regresó. La noche del sábado asistió junto a su amiga, Ana García (19), a un boliche bailable, y a la madrugada decidieron volver a sus hogares caminando ya que no les alcanzaba la plata para un remis.
Alrededor de las 04:30 en la Avenida Eva Perón (en Concordia) dos hombres en moto les apuntaron con un arma en la intersección con la calle Rep. del Brasil. Los delincuentes les ordenaron que les entreguen sus pertenencias. Ellas le dieron el dinero que tenían $110. Pero igualmente antes de darse a la fuga uno de ellos disparó provocándole graves heridas a Mariela en la cabeza.
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La mujer de 44 años, jugadora de rugby de Las Palmeras, estuvo internada desde entonces en el Hospital Delicia Concepción Masvernat. Tenía muerte cerebral y según los médicos su estado era “irreversible”. Finalmente falleció el lunes a la mañana tras dos días de agonía. Su familia decidió donar sus órganos.
“El comisario dijo que posiblemente a los chorros se les pudo haber escapado el tiro, porque era una distancia cortita que las tenía, por eso es que le desarmó toda la cabeza (a Mariela), ella gritando trataba de que parasen los autos que pasaban por la avenida pero nadie lo hacía, fue hacia una casa y le pateó la puerta a un vecino que fue quien salió y llamó a la Policía y la ambulancia.
“Era para matarlas a las dos, pero Dios no quiso y la mataron a Mariela”, contó Natalia García, madre de Ana, la amiga de la víctima fatal y única testigo del asalto.
“‘Mami no pude ayudarla’, me decía mi hija sobre aquella noche”, agregó.
