La lectura de la imputación a la ex presidenta se dio en el inicio del primer juicio oral por sobreprecios en la obra pública en Santa Cruz. El debate pasó a un cuarto intermedio y se retomará el lunes.
“Se le imputa a Cristina Elizabeth Fernández el haber tomado parte de una asociación ilícita en calidad de Jefe, junto con otros funcionarios del Estado entre los que se encontrarían Néstor Carlos Kirchner, Julio Miguel De Vido, José Francisco López y al menos el empresario Lázaro Antonio Báez“, escuchó pasado el mediodía en el subsuelo de los Tribunales de Comodoro Py la actual senadora nacional.
Así comenzó el primer juicio oral a la ex presidenta por presuntos delitos de corrupción, ante el Tribunal Oral Federal 2, con la imputada sentada en la sala de audiencias para escuchar las acusaciones del Ministerio Público Fiscal en su contra.
Según se escuchó en la lectura de las imputaciones individuales, esa asociación ilícita habría funcionado entre el 8 de mayo de 2003 y el 9 de diciembre de 2015 con el objeto de cometer delitos indeterminados para sustraer y apoderarse ilegítimamente de fondos públicos asignados, en principio, a la obra pública vial en la provincia de Santa Cruz a través de entre otras maniobras, la defraudación en perjuicio del Estado y el lavado de dinero“.
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“Asimismo se le atribuye que mientras se desempeñó como Presidenta de la Nación, entre los años 2007 y 2015, continuó con la dirección, ejecución y subsistencia de la matriz de corrupción en la obra pública vial que venía desarrollándose desde la presidencia de Néstor Kirchner”, consigna la imputación.
Todos los imputados son juzgados por los presuntos delitos de “asociación ilícita y defraudación a la administración pública” a raíz del direccionamiento del 80 % de la obra pública en Santa Cruz a favor del detenido empresario Lázaro Báez.
“Estén atentos a todo lo que van a oír y a lo que ocurra en este debate”, expresó el presidente del Tribunal, Jorge Gorini, al dirigirse a los acusados luego de leer uno por uno sus nombres y ubicarlos con la mirada.
Gorini anunció el inicio de la lectura del requerimiento de elevación a juicio de los fiscales que investigaron el caso, Gerardo Pollicita e Ignacio Mahiques, y casi de inmediato fue interrumpido por el abogado del detenido ex ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, Maximiliano Rusconi.
En lo que fue el primer fuerte cruce apenas iniciado el debate, Gorini se negó a darle la palabra para efectuar un planteo previo sobre la nulidad del juicio, y el letrado respondió aludiendo a la “gravedad” del caso.
El juez tuvo que pedir silencio en la sala y de inmediato comenzó la lectura de la acusación fiscal, que demandará varias jornadas.
Hasta el inicio del debate, la ex presidenta conversó con su abogado en este juicio, Carlos Beraldi, y sonrió durante casi cinco minutos mientras la sala se colmó de reporteros gráficos y camarógrafos.
Cristina Kirchner arribó al edificio minutos antes de las 12 junto a Beraldi, e ingresó por una puerta lateral sin realizar declaraciones y con sólo un breve saludo con la mano a quienes la esperaban.
Ya en el hall de acceso a la sala fue aplaudida y saludada por ex funcionarios y representantes de organismos de Derechos Humanos, entre ellos la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini y la de Abuelas, Estela de Carlotto.
Luego, se ubicó junto a Beraldi en asientos en la última fila de la sala, de espaldas al blindex que separa a las partes en el juicio del público.
Más adelante, en la segunda fila, quedaron sentados juntos los detenidos ex ministro de Planificación Federal, Julio De Vido y el empresario Báez.
Los restantes diez acusados, entre ellos, los también detenidos ex secretario de Obras Públicas José López y el primo del fallecido ex presidente Néstor Kirchner, Carlos Kirchner, se distribuyeron en la sala.
Del otro lado se ubicaron las querellas de la Unidad de Información Financiera y de la Oficina Anticorrupción, y el fiscal del juicio, Diego Luciani.