Un hombre, con una peluca y fingiendo necesitar una silla de ruedas, vandalizó la obra más famosa del mundo en un descuido de la seguridad del Museo de París. “Hay gente que está destruyendo la tierra. Todos los artistas piensen en la tierra”, gritó el agresor.
“La Gioconda” -la obra de arte más famosa del mundo, “también conocida como Mona Lisa- fue atacada este domingo en el Museo de Louvre de París por un hombre que arrojó una torta a la pintura, un acto que se suma a los anteriores actos de vandalismo que sufridos por el cuadro pero que en esta ocasión no generó daños y fue rápidamente sofocado por el personal de seguridad.
De acuerdo a descripciones de los testigos, un joven en silla de ruedas y con peluca, fue el autor del atentado contra la obra. Primero habría intentando romper el vidrio a prueba de balas, para luego untar pastel en el cristal. Los vigilantes del museo limpiaron rápidamente el vidrio, momento que quedó registrado en videos y fotos de las decenas visitantes que se encontraban en el lugar.
En uno de los videos que se han viralizado, aparece el atacante, con peluca y gorra, lanzando proclamas a favor de la protección del planeta, mientras que el personal de seguridad lo expulsa de la sala. “Piensen en la tierra, hay gente que está destruyendo la tierra. Todos los artistas piensen en la tierra. Por eso hice eso”, grita ante los visitantes el agresor.
La obra, una de las principales atracciones culturales y turísticas del lugar, no ha sufrido daños, ya que el pastel chocó contra el cristal que protege el cuadro.
Los cristales en las obras de arte del Louvre comenzaron a aplicarse en 1907, luego de que una mujer acuchilló un lienzo de Ingres en nombre del anarquismo. Así, desde entonces, las grandes piezas del espacio parisino son protegidos por “vidrios de diamante” de la casa Saint-Gobain, la misma que desarrolló los cristales de la famosa pirámide inaugurada en 1988.
Sin embargo, la protección del famoso cuadro de Leonardo Da Vinci es más bien reciente y en el pasado la obra de arte más cara del mundo -su cotización estimada ronda los USD 2.5 billones- ha sufrido varios actos vandálicos.