El Presidente almorzó hoy con el exmandatario boliviano y refuerza lazos con países opositores a la Casa Blanca; el 25 de julio tiene prevista la bilateral para renegociar el pacto con el FMI.
Cuando faltan menos de dos semanas antes de su ansiada reunión bilateral en Washington con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el presidente Alberto Fernández siguió hoy con su estrategia de “equilibrio” en materia internacional, y almorzó en Casa Rosada con uno de los representantes destacados de la denominada Patria Grande: el expresidente de Bolivia Evo Morales.
Llegado anteayer a la Argentina -disertó ayer en Rosario junto al titular de la AFI, Agustín Rossi-, Morales estuvo desde las 13.30 junto al Presidente, que se tomó así por un rato respiro de la continua zozobra por el dólar, la inflación galopante y las feroces internas con el cristinismo. De hecho, fue esa la única actividad oficial dada a conocer por Presidencia en todo el día. Estuvieron junto a ellos, en un clima distendido, funcionarios cercanos a Fernández como Rossi, los diputados kirchneristas Eduardo Valdés y Carlos Heller, la portavoz Gabriela Cerruti, más Oscar Laborde, diputado del Parlasur y ya con pliego aprobado por el Senado para ser el nuevo embajador argentino en Venezuela.
Complicado por una denuncia de un legislador de su propio partido (el MAS), quien lo involucra con el narcotraficante argentino José Miguel Farfán en el financiamiento de su campaña de 2014, Morales (que pasó por la mañana por el club River Plate) también hizo equilibrio: el Instituto Patria, de Cristina Kirchner, lo recibirá por la tarde, y también irá por la noche a la sede el PJ, en la calle Matheu.
Más tarde, tiene previsto asistir a la proyección de la película documental “La Vuelta de Evo” sobre el año que pasó exiliado en Argentina desde su violenta salida del poder, film confeccionado por el propio Laborde. El regreso de Morales a territorio boliviano, con el presidente Fernández acompañándolo desde la frontera en Jujuy, es uno de los momentos clave del documental.
“Estados Unidos está en decadencia, está mal económicamente, mal políticamente, y si sobrevive es gracias a las guerras que provoca”, criticó Evo anteayer en su “clase magistral” en Rosario, antes de ser aplaudido por la militancia de la corriente que responde a Rossi, dónde también estuvieron dirigentes del socialismo santafecino, como Eduardo Di Pollina.
El discurso antinorteamericano de Morales, un clásico a estas alturas, tiene su correlato en el presidente de Bolivia, Luis Arce, uno de los ausentes en la reciente Cumbre de las Américas, y con quien paradójicamente hoy Evo sostiene una disputa abierta por el poder. Fernández tiene previsto conversar con Biden el próximo 25 de julio, y el apoyo norteamericano a una eventual renegociación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) firmado por el exministro de Economía Martín Guzmán.