El candidato a Presidente por el frente De Todos consideró los efectos que una economía diezmada tendrían sobre su eventual administración.
A menos de 50 días de que llegue el ansiado 27 de octubre, fecha establecida para las elecciones generales, el candidato más votado en las PASO, Alberto Fernández, analizó el escenario económico nacional y las perspectivas de cara a un eventual mandato del frente De Todos.
“Si gano, sé que los primeros años de mi gestión serán difíciles porque recibiré una economía diezmada. El Gobierno además redujo a la mitad el Producto Bruto Interno (PBI)”, partió por señalar Fernández, quien llegó este lunes desde el continente europeo tras mantener encuentros con el Presidente español Sánchez y el Primer Ministro portugués, Costa.
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Buscando dar los gestos políticos exigidos, el ex Jefe de Gabinete aclaró que en caso de ser elegido Jefe de Estado, pagará la deuda externa contraída durante la administración Macri: “le dije a la Mesa de Enlace que debemos ser socios: la Argentina necesita dólares para pagar y ellos pueden exportar”.
En función a la búsqueda por parte de la oposición en declarar la emergencia alimentaria, Fernández marcó: “Nos enorgullece producir comida para 400 millones de personas pero no podemos resolver el hambre en la Argentina”.
De todas maneras, rechazó para eso reformar la Constitución Nacional al señalar: “No hay que cambiarla, pero necesitamos otro contrato social porque es inadmisible que haya hambre”.
Por otra parte, reveló parte de una charla que tuvo en privado con el mandatario nacional Mauricio Macri: “le dije que me parecía necesario poner un feriado bancario ante la situación económica, pero lamentablemente se fueron 3.000 millones de dólares. Luego sí implementaron controles cambiarios”.
Al mismo tiempo, Fernández renovó sus críticas al poder Judicial al remarcar: “la Justicia no funciona como Dios manda sino como ordena el poder de turno, pero no voy a hacer política en los tribunales. Para mí, Cristina es una perseguida política. Yo me voy a ocupar del trabajo, la deuda y el hambre”.
En último término confirmó que estará presente en los dos debates presidenciales a tener lugar las semanas previas a las elecciones con los cinco candidatos restantes que superaron el umbral de las PASO: “No le encuentro el sentido, pero la ley nos obliga a ir”, concluyó.